3 de diciembre: Día internacional de las personas con discapacidad
Mónica Villafuerte Alcántara
docente y subdirectora académica de la ENMJN
A partir de la declaración del Secretario General de la ONU, António Guterres, “en medida que el mundo se recupera de la pandemia, debemos asegurarnos de que las aspiraciones y los derechos de las personas con discapacidad se incluyan y se tengan en cuenta en un mundo pos-COVID-19 que sea inclusivo, accesible y sostenible. Esta visión solo se logrará si se consulta activamente a las personas con discapacidad y a las organizaciones que las representan” (ONU, 2020).
El Día Internacional de las Personas con Discapadidad fue declarado en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución 47/3. El objetivo de la declaración es promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural.
En este sentido, la participación y el liderazgo de las personas con discapacidad es un tema crucial para la Agenda de Desarrollo 2030. Aunque la lucha por los derechos de las personas con discapacidad ha venido progresando desde hace décadas en diversas latitudes del mundo, el trabajo de las Naciones Unidas, en el área de las discapacidades, se plasmó en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada en 2006, lo cual ha implicado ciertos avances en materia de derechos y bienestar, ello se expresa en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y otros marcos de desarrollo internacionales, como el Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres, la Carta sobre la Inclusión de las Personas con Discapacidad en la Acción Humanitaria la Nueva Agenda Urbana y la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre la Financiación para el Desarrollo.
De ahí que, para este año 2020, el tema del Día Internacional de las Personas con Discapacidad (IDPD) es la “Participación y el liderazgo de las personas con discapacidad: Agenda de Desarrollo 2030“. Dicho planteamiento se centra en el empoderamiento de las personas con discapacidad para un desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible, a fin de “no dejar a nadie atrás” y considerar la discapacidad como una cuestión transversal en la implementación de sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (ONU, 2020).
Por su parte, en el contexto nacional, encontramos que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2014, 6 por ciento de la población mexicana (aproximadamente 7.1 millones de personas) manifestó tener algún tipo de discapacidad (INEGI 2016). Podemos entender según lo que establece la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), que las personas con discapacidad son aquellas que muestran alguna diversidad funcional de tipo físico, mental, intelectual o sensorial (CONAPRED, 2020).
Según los planteamientos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRRED), ante un entorno que no considera las características de las personas con discapacidad, éstas tienden a estar asociadas con dificultades para la participación plena y efectiva en la sociedad. En este sentido, el CONAPRED establece que todos los obstáculos que las personas con discapacidad enfrentan en los espacios arquitectónicos y urbanos, en la transmisión de mensajes o ideas, e incluso en el trato cotidiano han alentado la generación y la prevalencia de prejuicios y estereotipos.
En cuanto al ámbito educativo, diversos teóricos latinoamericanos (Blanco 199, Echeita 2004, Rosano 2007, Parilla 2002), que impulsan el Enfoque Inclusivo en el Aula, coinciden con la visión de promover un modelo social que se centre en las condiciones y relaciones establecidas en los centros educativos, en donde estos construyan espacios incluyentes dentro de los cuales todas y todos sean bienvenidas y bienvenidos, lo cual ha de implicar deconstruir la semántica escolar, partiendo del reconocimiento de las concepciones y creencias de las y los miembros de la comunidad educativa (principalmente docentes y directivos), respecto a la discapacidad y otras condiciones que, a partir la relación del sujeto con el entorno, puedan detonar barreras para el aprendizaje. En otras palabras, se trata de que la escuela y sus actores no se conviertan en un obstáculo para la participación y el desarrollo de las personas que ahí conviven.
Por lo anterior, el compromiso de las escuelas ha de estar centrado en construir e impulsar estrategias didácticas diversificadas para la atención educativa, así como la realización de los ajustes pertinentes (tanto físicos como funcionales) que posibiliten la participación de las personas con discapacidad, desde la mirada de las aulas y las comunidades educativas inclusivas.
Que sea este día (3 de diciembre) un motivo para reflexionar, discutir y replantear las formas en que las y los educadores, de todos los niveles educativos, promovemos la construcción de aulas y comunidades más incluyentes, así como la formas en que como ciudadanos participamos en pro de una cultura de la no discriminación y el goce de los derechos humanos.♦
REFERENCIAS
Enlaces de internet:
Textos consultados y recomendados:
Blanco G., R. (1999). Hacia una escuela para todos y con todos. Boletín del proyecto principal de educación para América Latina y el Caribe, 48, 55-72. En: http://innovemosdoc.cl/diversidad_equidad/investigacion_estudios/hacia_una_escuela.pdf
Parrilla Latas, Á. (2002). Acerca del origen y sentido de la educación inclusiva. Revista de Educación Núm. 327, p. 11-29. En: http://www.mecd.gob.es/dctm/revista-de- educacion/articulos327/re3270210520.pdf?documentId=0901e72b81259a76
Echeita, G. y M. Sandoval (2002). Educación inclusiva o Educación sin exclusiones. Revista de Educación Núm. 327, p. 31-48. En:
http://redined.mecd.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/66888/008200330015.pdf?sequ ence=1
Rosano, S. (2007). La cultura de la diversidad y la Educación Inclusiva. En:
http://faceducacion.org/inclusion/sites/default/files/LA%20CULTURA%20DE%20LA%20DIV ERSIDAD%20Y%20EDU.%20INCLUSIVA.pdf
Echeita, G. (2004). ¿Por qué Jorge no puede ir al mismo colegio que su hermano? Un análisis de algunas barreras que dificultan el avance hacia una escuela para todos y con todos. REICE – Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación 2004 Vol. 2, No. 2. En: http://www.ice.deusto.es/rinace/reice/vol2n2/Echeita.pdf
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.