¿Cómo perciben los estudiantes normalistas a los docentes formadores?
Karla Judith Rodríguez Hinojoza
estudiante de Licenciatura en Educación Preescolar. Escuela Normal de Atizapán de Zaragoza
En estas líneas se muestran los hallazgos encontrados a través de una encuesta realizada en la plataforma de Google Forms acerca de la percepción de los estudiantes normalistas y los docentes formadores realizada a tres estudiantes del Grupo 3.III de la Licenciatura en Educación Preescolar de la Escuela Normal de Atizapán de Zaragoza (ENAZ). A partir de las respuestas, se percibe cierta tensión entre la comunicación, así como desacuerdos con las prácticas docentes.
Esta inquietud surge a partir de plantearse la interrogante: “¿Cuál es la percepción de los estudiantes sobre los docentes formadores?”
En los procesos de aprendizaje que los estudiantes manifiestan tener, no en cuanto a su rendimiento académico, sino a algunas situaciones generadas por actitudes cuestionables de parte de los docentes formadores y, en algunos casos, con sus prácticas.
Por supuesto, la buena relación entre estudiantes y docentes es clave para favorecer el desarrollo del aprendizaje de cada uno de ellos. Los docentes, por su parte, deben asumir la responsabilidad que implica esta conexión, así como sus actuaciones en las diferentes dimensiones sociales: cómo se desenvuelven y cómo estas actuaciones influyen en el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje.
Del análisis realizado a partir de tales interrogantes, se obtuvieron las siguientes conclusiones de parte de los estudiantes:
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No existe comunicación asertiva.
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Los recursos didácticos utilizados son insuficientes.
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Se concretan a realizar exposiciones apoyadas en la plataforma de PowerPoint.
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En general, los estudiantes plantean que “las clases no son dinámicas”.
De la problemática aquí señalada, se identifican las características de la práctica docente y la comunicación asertiva entre el/la estudiante y el/la docente formador/a. Para su análisis, se tomaron en cuenta algunas dimensiones que valoraran la propia práctica docente:
Dimensión institucional: esta perspectiva se halla básicamente construida de modo colectivo, tomando en cuenta la estructura que establecida en el centro educativo. En este orden, es importante destacar que existe un sistema de funcionamiento escolar que marca sus prioridades y las perspectivas del estudiante, y no es negociable.
Dimensión didáctica: esta óptica representa el trabajo del docente como instancia encargada de ejercer interacción con sus conocimientos y facilitar las formas adecuadas para hacerlo. En esta dimensión se contemplan las capacidades, habilidades y formas de aprender.
También se analizó la importancia de diferentes posturas teóricas, de autores, y del uso de plataformas virtuales de conocimiento, como Redalyc; así como las corrientes metodológicas que ayudan a reconocer la complejidad de los objetos de estudio y sus variantes vitales para la investigación acción.
El enfoque de investigar de modo cualitativo se enfoca en comprender los fenómenos, explorándolos desde la perspectiva de los participantes en un ambiente natural y en relación con su contexto. Este enfoque se escoge cuando el propósito es examinar la forma en que los individuos perciben y experimentan los fenómenos que los rodean, profundizando en sus puntos de vista, interpretaciones y significados.
Los resultados preliminares de este modelo de investigación permiten advertir una tensión entre la comunicación asertiva y la práctica docente. Los estudiantes atribuyen una gran importancia a la comunicación asertiva dentro de su proceso de aprendizaje. Para ellos, según sus propias percepciones, es clave que los profesores mantengan una buena comunicación, una relación fundamentada en el respeto y la cordialidad al momento de sus clases; esto genera un ambiente propicio para el aprendizaje.
Los estudiantes manifiestan además que, muchas veces, se sienten abrumados y desmotivados por el tipo de práctica de parte del docente; ya que ellos no utilizan recursos didácticos adecuados para volver sus clases dinámicas. Incluso, prevalecen en el aula actitudes inadecuadas en algunos de ellos, como gritos, regaños y gestos; lo cual hace perder la atención por los temas que, finalmente, se refleja en bajos resultados académicos en las respectivas asignaturas.
Así, es sin duda un cambio hacia la motivación, la vocación y el compromiso, lo que hará que se generen mejores actitudes en el aula, y estas, a su vez se reflejarán favorablemente en procesos de aprendizajes más formativos.♦
REFRERENCIAS
- Ávila, (1994) Psicología Educativa, Un punto de vista cognoscitivo docente. México: editorial Trillas. 2da edición.
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- Castañeda, A. & Ortega, S. (2008). El formador de formadores en México: Entre la escuela y la academia.
- Fierro, C., Fortul, B., & Rosas, L. (1999). Transformando la práctica docente: Una propuesta basada en la investigación acción. México: Editorial Paidós.
- Fierro, Fortoul & Rosas. (2006). Transformando la práctica docente. México: Paidós.
- Herrera, H. (2007). Asertividad, la palabra adecuada en el momento oportuno. La Rioja. España.
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