13) El viaje de Inés
Cuento infantil
Noemí Aguilar Martínez
Ideas para hacer grafismos, graficofonía y cromofonía
Retomado de una creación colectiva con niños de 3er grado de preescolar durante un recreo escolar en 2015
Dibujos de: Isabella Valentina Menes Mendoza
La feliz Tortuga Inés, de raza gigante y con ochenta años de haber venido al mundo en una tranquila playa mexicana, hacía mucho que vivía en la montaña. Su cabaña estaba rodeada de árboles habitados por cientos de animales, pájaros en sus nidos y mariposas revoloteando entre las flores.
Un alegre día, la Tortuga Inés decidió ir a visitar a su abuela de más de doscientos años, a quien no veía desde hace mucho. Así que se puso una diadema de mil colores. En cada una de sus cuatro patas, delicados y cómodos zapatos rojos de choclo, con moños al frente. Terminó con un pequeño morral que colgó en su cuello.
Se perfumó, pintó sus pestañas y delineó sus labios con rojo bilé. Antes de salir, se colocó los lentes y en su morral guardó un dibujo enmarcado con la imagen de las dos y que, con esmero y paciencia, ella misma había pintado.
Inés, la hacendosa tortuga gigante salió de su casa, pero antes tendió la cama, guardó la ropa, lavó los platos, aseó la casa, limpió los vidrios, barrió los cuartos, cerró ventanas y puertas. También se hizo un ligero itacate para el viaje.
Al fin, salió y cerró la puerta para emprender su travesía. Miró al cielo. Al darse cuenta de que ya era tarde, decidió posponer su salida para el día siguiente, apenas comenzara el alba, a fin de hacer esa larga andanza lo más descansada que pudiera. El placer de viajar le emocionaba.
Por la mañana, en cuanto apareció en el horizonte la luz del sol, la joven tortuga, muy bien acicalada, inició su marcha.
A unos cuantos pasos se encontró con el Señor Elefante que rengueaba de una pata.
—Buenos días, Señora Inés.
—¿Me puede hablar más fuerte? que soy bastante sorda –respondió la Tortuga.
—¿A dónde va usted, mi querida amiga Tortuga? —preguntó el Elefante a gritos.
—A visitar a mi amada Abuela que vive en el mar. Ella ha cumplido más de doscientos años.
—Cuánto me gustaría acompañarla a conocer a su vieja abuela con tan digna edad y sabiduría. Además, hace tanto que no veo el mar. Extraño el agua salada, las aves acuáticas de esas cálidas tierras y la frescura del viento bajo las palmeras, pero con esta patita que no puede caminar…
—No se quede con el deseo Señor Elefante. Suba a mi enorme caparazón que yo lo llevo. Será un gusto hacer un servicio a un vecino.
El paquidermo aceptó la propuesta y con nada que preparar para la aventura subió sobre la Tortuga. A dos pasitos apareció el gran Oso café buscando un tronco para rascarse. Le llamó tanto la atención ver a nuestros personajes que de inmediato lanzó su pregunta:
—Mi querido amigo Elefante, ¿A dónde se dirige usted sobre nuestra amiga la Tortuga?
—Al mar, a ver a su abuela de casi trescientos años. —Exageró un poco. —Ella me ha invitado, ¿gusta usted unirse al viaje de la Tortuga? Aguanta mucho… y es muy sorda —agregó el paquidermo.
—No se diga más —y sin perder tiempo precioso, el Oso subió sobre el Elefante que iba encima de la dura concha del colosal reptil.
Tres pasos adelante, el Perro quedó admirado, cuando una enorme sombra lo cubrió y descubrió de qué se trataba.
—¡Guauuuuuuu! —se escuchó el ladrido—¿A dónde se dirigen todos ustedes?
—Nos vamos hasta el océano a ver a la gran Abuela Tortuga de cuatrocientos años de edad. Esto no se lo puede usted perder amigo Perro. ¡Suba ya! que no queremos llegar tarde.
Con diestra agilidad y sin compasión alguna, el Perro brincó sobre la Tortuga, reptil prehistórico, luego sobre la trompa del Elefante, que lo lanzó al lomo del Oso. Iban llegando a la casa contigua cuando una Gata blanca que tomaba su siesta sobre el techo de ésta, abrió los ojos al ver a un animal sobre otro y sin preguntar siquiera, de un solo salto quedó muy bien colocada sobre el Perro.
—Lo he escuchado todo. Conoceré a una tortuga de quinientos años —dijo la Gata.
Un Perico verdi-rosa que iba en vuelo vio el maravilloso cuadro y fue a posarse sobre la cabeza de la minina, quién no intentó comérselo pues ambos escucharon cuando el Perro explicó hacia dónde se dirigían todos ellos. La edad de la abuela ya había llegado a seiscientos.
Una negri-amarilla Abeja también escuchó el relato y se dijo a sí misma:
—Este viaje no puedo perderlo. Mira que conocer a una ancestral tortuga de ochocientos años no es para menos. Además de hacer el viaje sin pagar pasaje y sin cansarme.
A solo un paso más de la Tortuga Inés, la Abeja se dio cuenta de que había una deliciosa flor roja en el pasto. Me la llevaré para el polen del desayuno, pensó el insecto.
—Zzzzzzzz. ¡Alto! —le zumbó la Abeja al Perico. Ahí hay un rico aperitivo para mí.
—¡Alto! —repitió parloteando el Perico al Gato.
—Miauuuuu. ¡Detente! —maulló el Gato al Perro.
—Guau guau. ¡Paren! —ladró el Perro al Oso.
—Grrrrrr. ¡Ni un paso más! —gruñó el Oso al Elefante.
—Eeeeen, eeeeeeffff, ¡Suspendan ya! —Barritó el Elefante a la Tortuga.
En cuanto ésta escuchó se detuvo y vio la colorada flor que de un bocado comió. En verdad estaba rica. Luego, al levantar la cabeza se dio cuenta de la inmensa fila de animales que llevaba sobre sí. Suave y lentamente dio la vuelta y regresó hacia su cabaña diciendo:
—En verdad estoy cansada. Mañana saldré más temprano. —Y en voz muy, pero muy bajita agregó, —y yo sola. La soledad es el tiempo que me reservo para estar conmigo misma.
Los animales, bajaron uno a uno, regresando cada cual a su lugar.
Como un carrusel en marcha,
la historia no toma pausa;
hasta que Inés, la tortuga
vea a su abuela, al fin en casa.
(Incluimos este cuento y las ilustraciones en el PDF adjunto)
ACTIVIDAD
INICIO
Invita a los niños a escuchar la historia. Pide que cierren los ojos. Pueden recostarse en tapetes o en su mesa y hacer unas respiraciones previas que les ayuden a concentrarse. Puedes ponerles música de sonidos del mar y la naturaleza para el tiempo de la relajación y la respiración previa a la lectura. Lee a las niñas y niños el cuento “El viaje de Inés”.
Pregúntales cómo imaginaron a los animalitos de la historia. Invita al grupo a expresar esta historia de diferentes maneras creativas en papel, la consigna es hacerlo con grafismos, letras y dibujos.
DESARROLLO
- Graficofonía semidirigida. Te recomendamos unos 3 minutos.
Busca música rítmica para que la grafiquen. Te sugerimos El Huapango del compositor mexicano José Pablo Moncayo. Es importante observar a tu grupo en su desempeño, esta debe ser una actividad breve para no cansarlos y hacerla en realidad divertida y de aprendizaje.
- Primero pide a las y los niños que por unos segundos, con el color o crayón en la mano imaginen cómo grafican varios movimientos en el aire: puntos, rayas, taches, círculos.
- Luego pasen al papel. Pueden usar hojas grandes de papel estraza o bond para que sus trazos sean amplios. Otra idea es hacerlo con gises en un piso que luego puedan limpiar.
- Las líneas son muchas: puntos, guiones, línea continua, quebrada, ondulada y las que se te ocurran.
- Grafismos dirigidos y grafismos similetras. Duración aproximada 8 min.
Pide a las y los pequeños que digan las siguientes dos rimas mientras grafican con lápiz, color o crayón. Te sugiero estos grafismos.
La tortuga legendaria
a la mar viaja veloz; mira muy bien en su concha lleva en la espalda una o. |
Un minino azul oscuro
sus bigotes retorció. Miau arriba, miau abajo; sus cuatro patas volteó. |
Realizar los movimientos circulares
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Realizar los movimientos de medio círculo ida y vuelta
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Al final de la rima y el grafismo se le ponen sus pies y cabeza
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Al final de decir la rima y realizar el grafismo dibujar la cabeza, bigotes y cola del gato
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Es importante no poner a hacer planas de grafismos. Solo los que el niño y niña quiera, con dos es suficiente.
CIERRE
- Cromofonía
- Pon música de fondo suave, con motivos de mar. Te sugerimos Música Celta.
- Pídeles que dibujen a los personajes del cuento. Recuerden entre todos quiénes se iban subiendo a la tortuga Inés. Puedes preguntarles primero. Si no recuerdan, ve al párrafo y lee donde ellos redescubran quién seguía.
- Pídeles que coloreen su dibujo y le pongan su nombre (los más pequeños usarán grafismos).
- Pide que inventen su propio grafismo y rima de este cuento o de uno de los personajes. (Observa, estimula y disfruta sus movimientos en el papel y cómo lo acompañan con frases relacionadas a lo que escucharon).
Al término de la lectura puedes usar el PDF para mostrarles nuestra imagen a color del cuento.
SUGERENCIAS PARA JUGAR
- Inventa tus propias rimas y secuencias de grafismos.
- Haz con tus estudiantes muchas más rimas y grafismos, libres, semidirigidos y dirigidos.
- Busca nuevas canciones infantiles de calidad musical y literaria a los niños. Permite que escuchen primero lo que la canción cuenta. Dales tiempo para hacer sus dibujos.
Otra variación que te sugerimos para el cierre de la actividad es dar a las niñas y niños los personajes para que ellos recorten y peguen, uno sobre otro, en su cuaderno.
APRENDIZAJES CON QUE SE RELACIONA
Propone distintas respuestas motrices y expresivas ante un mismo problema en actividades lúdicas.
Organizador curricular 1. Competencia motriz
Organizador curricular 2. Creatividad en la acción motriz.
NOTA CULTURAL DE LA AUTORA
La escritura tiene dos aspectos: uno psicomotriz y otro cognitivo; así como una moneda tiene águila y sol, no se puede prescindir de alguno de ellos si de escritura se trata. Para una didáctica lúdica de la escritura podemos realizar actividades de música y movimiento en relación al aspecto psicomotriz (vid. Condemarín, 2001; Cassany, 2003) a través de grafismos, graficofonía y cromofonía.
La graficofonía consiste en realizar puntos, guiones, rayas y líneas de todos tipos: continuas, discontinuas, verticales, horizontales, cursivas, cónicas, quebradas y más, a la par de la música que estemos escuchando. Un tiempo adecuado para grafismos es no mayor a cinco minutos para no aburrir a los niños y niñas. Acompañado de otras actividades puede aumentar el tiempo. La diversidad hace la referencia.
Si hacemos un dibujo de lo que nos inspira o imaginamos a partir de una melodía, con letra o sin letra, será cromofonía. Acá podemos llegar a usar unos 8 minutos.
Un grafismo en preescolar lo podemos comprender como un trazo o una línea previa a una simil-letra o una letra, antecedente de la escritura formal de un abecedario. Hay que motivar a los niños y niñas a escribir usando sus propios grafismos. Un grafismo va desde un garabato hasta la invención y representación gráfica de sus propias letras.
Con estas actividades, dirigidas, semidirigidas o libres, no hay trazos o dibujos correctos o incorrectos. Pequeños o grandes. No se califica el producto puesto que lo importante es sentir la música y comunicar nuestras ideas, experimentar el movimiento que podemos hacer con nuestra mano derecha, izquierda o ambas, así como pensar e imaginar.
La graficofonía y la cromofonía son muy valiosas para plasmar el pensamiento a través de grafismos, líneas o dibujos, sentir los sonidos con todo el cuerpo y divertirse. Son una entrada lúdica y apropiada a la escritura acorde con la edad e intereses de niñas y niños preescolares.♦
Referencias
Condemarín, M., Galdames, V., Medina, A. (2001). Taller de lenguaje. Módulos para desarrollar el lenguaje oral y escrito. Madrid: CEPE —Ciencias de la Educación Preescolar y Especial.
Cassany, D., Luna, M., Sanz, G. (2003). Enseñar lengua. Barcelona: Graó.
Contenido del PDF AJUNTO
Hoja 1 y 2: Cuento
Hoja 3 y 4: Imágenes:
Propuesta de trazos circulares para la tortuga
Trazos para completar la tortuga al final de la rima
Propuesta de trazos circulares para la tortuga
Trazos para completar la tortuga al final de la rima
Imágenes de los personajes para recortar y pegar en su cuaderno
Hoja 5. Ilustración del cuento.
(enlace de descarga en los íconos de arriba a la derecha)
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