Francisca y la muerte
Araceli Benítez
Docente de la ENMJN
En la vida, una de las cosas que nunca se debe uno dar el lujo de perder son las oportunidades. Las oportunidades, así como el tiempo, se presentan una sola vez. Cada uno de nosotros es responsable de aceptar los retos que implican las oportunidades así como la forma en la que invertimos (o gastamos o desperdiciamos) nuestro tiempo. Durante más o menos 18 meses (2016-2017), tuve la oportunidad de matricularme en The Antilope Valley University, en la Ciudad de Lancaster, California, en Los Estados Unidos. Durante ese tiempo, compartí con un grupo multirracial y multicultural la aventura de estudiar el idioma Inglés en el programa conocido como English as Second Language del área académica| de Liberal Studies.
A lo largo de esos meses asistí a varios cursos donde los objetos de estudio fueron la gramática del Inglés (Grammar), la incorporación de vocabulario (Vocabulary and pronunciation) y un curso interesantísimo llamado Reading and Writing a cargo del profesor Stephen Burries. En esta asignatura se pretende que los alumnos desarrollen la habilidad de leer y escribir en inglés. Lo que a continuación les comparto es resultado de uno de los cursos de Reading and Writing. Reconozco mi enorme debilidad como usuaria del inglés como segunda lengua, sin embargo, darme la oportunidad de vivir esta experiencia me permite reconocer que uno puede lograr todo lo que se propone. ¡Gracias!
Francisca and The Death
By Araceli Benítez Hernández
—Good evening, Francisca, —said The Death barely visible in the dark night. —Finally I find you.
—Good evening, señora[1], —said Francisca, without wonder: —Come in, I was waiting for you. I wanted see you face to face.
—You look sad, my friend. Are you tired?, —asked The Death whispering.
—Yes, —said Francisca, without turning: —I’m very tired, but you know this. Do you want a jug of coffee?
—No offense, Francisca, but coffee is only for those who have a soul, —Exclaimed The Death confused.
—Excuse me, señora, I forgot your condition —said Francisca.
—Don’t be sad, my friend —said The Death a little bit excited. —You have done a good work. You must be proud.
—I can’t be proud. I only served you as you wanted—said the woman lugubriously.
—Think, Francisca, what would have been of this town without you?
—It could have been a happy town, I guess —said Francisca with melancholy.
—They would never have known about their death. Why are you worried? —said The Death shortly. —You are finished.
—Yes —said Francisca sadly. —It’s done. One by one, no one left alive. I was thinking about my life. I was always waiting for you. Nobody wants to see me at their home.
—Your neighbors respected you —said The Death.
—They were afraid, —said sharply Francisca.
—I was always alone. You had a different destiny my dear friend —said The Death.
—I don’t want it —yelled Francisca.
—No one chooses their destiny, Francisca —growled The Death. —It’s time to leave.
—I’m ready —said Francisca tilting her head. —Just a sip of coffee…♦
[1] Señora: Mrs.
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