Mi estancia en Aguascalientes
Paola Díaz Alegría
estudiante de la ENMJN
El momento en el que supe que sería beneficiaria de una beca en la Escuela Normal de Aguascalientes (ENA), me invadió todo un cúmulo de emociones. Me sentía nerviosa por no saber qué me esperaría en un estado adonde no conocía a nadie, a la vez, me reconocía feliz por todas las experiencias que seguramente acumularía al estar ahí, y también un poco triste por dejar un buen tiempo a mis seres queridos; pero, principalmente, sentí felicidad; sí, eso era, y lo experimentaba muy vivamente.
Durante mi estancia en la ENMJN jamás pensé que pudiera obtener una beca de movilidad. Aunque el proceso de la convocatoria fue un poco pesado, al final valió la pena la espera y los nervios que todo este proceso conllevó.
Desde el primer momento en que puse un pie en ella, la ENA me recibió con los brazos abiertos. De hecho, su dirección tuvo un trato muy cordial al integrarme a cada una de las actividades, y tuve la oportunidad de participar en el 140 Aniversario de la Normal con un número de danzas polinesias.
Puedo decir que allá tuve excelentes maestros, los cuales siempre se preocuparon por mi proceso y me hacían sentir muy a gusto en el aula. Mis compañeras de escuela también fueron parte importante de mi estancia en la ENA, ya que, en todo momento, fueron sumamente cordiales y me ayudaron a adaptarme pronto a la institución. Así que hice amistades que me llevaré siempre en el corazón.
Otra de las experiencias que esta beca de movilidad me dio fue la de practicar con niños de la Comunidad Refugio de Peñuelas. Ahí, el jardín de niños Charles Perrault y su equipo de trabajo me trataron con mucha profesionalidad y respeto. Fue grato desempeñarme con niños procedentes de un contexto diferente al que yo había estado acostumbrada a trabajar, esto fue toda una experiencia, porque tuve que adaptarme a todo lo que componía este contexto y a las características de mis alumnos. Esta experiencia, sin duda, me ayudó en mi proceso como futura docente.
Asimismo, tuve la oportunidad de convivir con otra beneficiaria de la beca, me refiero a Luz Díaz, quien proviene del estado de Chihuahua y es alumna de la Normal Saucillo. Nos hicimos amigas rápidamente y ambas nos ayudábamos en lo que íbamos necesitando; incluso tuvimos la oportunidad de vivir en la misma casa junto con otros roomies, los cuales fueron como mi familia. Era bastante grato convivir con ellos, pues todos éramos foráneos, de modo que había una gran diversidad en casa y todos aprendíamos un poco de cada uno.
Estas impresiones son solamente una pequeña parte de lo mucho que me dejó la estancia en Aguascalientes. Me siento completamente agradecida con la ENMJN, con nuestra directora Alicia Luna y con el Área de becas. Siempre estuvieron al pendiente de todo mi proceso y de todo lo que tenía que realizar.
Esta experiencia fue única, en definitiva, es algo que jamás olvidaré, una experiencia que me hizo crecer académicamente, pero, sobre todo, como ser humano. Al finalizar con esta beca de movilidad no podía creer todo lo que había hecho, sólo basta creer en ti mismo y, por supuesto, sentir el apoyo de todas las personas que se preocupan por ti.
Los viajes nunca terminan.♦
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