El Programa Institucional de Tutoría en la ENMJN: Una aproximación a su implementación
Araceli Judith Jiménez Hernández
Miembro del CAEF ENMJN-1 y Subdirectora académica de la ENMJN
En los últimos años, las escuelas normales han sufrido cambios estructurales, la Escuela Nacional para Maestras de Jardines de Niños implantó el Programa Institucional de Tutoría a partir del ciclo escolar 2008, apegándose a las políticas educativas de la educación superior.
El principal referente de este programa es el expuesto por la ANUIES; la tutoría surge en esta escuela normal, como una estrategia para promover el mejoramiento de los procesos de aprendizaje en el alumnado. De su diseño e implementación han emanado una serie de documentos académicos que detallan el papel que tiene la tutoría en la identificación de problemáticas que aquejan a la comunidad escolar y la forma en cómo abordarlos; sin embargo en cuanto al rubro de la formación y/o actualización de tutores, existe un vació que demanda un tratamiento particular, puesto que se develan las dificultades académico- administrativas que los formadores han tenido que enfrentar, para ejercer la función de tutor en esta institución.
Esta ponencia devela las dificultades teóricas y metodológicas de la tutoría coadyuvando así, a la comprensión del problema y delineando posibles vías de mejora que sean consideradas en el ejercicio tutorial impactando principalmente la formación de docentes para el siglo XXI.
Tendencias y perspectivas actuales de la tutoría
Para entender el significado de tutoría, la Real Academia Española (1992) afirma que tutoría es un método de enseñanza por medio del cual un estudiante o un grupo pequeño de estudiantes reciben educación personalizada e individualizada de parte de un profesor.
En relación a qué alumnos se atienden, se puede mencionar que los programas de tutorías o tutorials ingleses y estadounidenses se enfocan a la atención de estudiantes con problemas o situaciones exclusivamente académicas. En México a ese tipo de apoyo se le denomina asesoría; la cual es definida por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior como una actividad con objetivos para la dirección de tesis, de proyectos de servicio social, de coordinación de prácticas profesionales, de resolución de dudas y problemas de aprendizaje de estudiantes. (ANUIES, 2000)
En México, Gómez (2006) define la tutoría como el proceso de acompañamiento durante la formación de los estudiantes, mediante la atención personalizada o grupal. Lo que pretende es orientar, dar seguimiento a los estudiantes, fomentar su capacidad crítica y creadora, así como su rendimiento académico y perfeccionar su desarrollo social y personal.
Entonces es viable establecer dos acepciones generales de la tutoría: la tutoría como práctica, entendida como procesos de mediación entre el estudiante y el tutor donde se busca el análisis crítico y el diálogo reflexivo a fin de que alumno aprenda a reconocer sus propias posibilidades para el aprendizaje y acceso al conocimiento, al desarrollo de la creatividad, la potenciación de las competencias genéricas y específicas, la detección de los problemas enunciados en los componentes temáticos, desde los más simples hasta lo más complejo y la solución de los mismos.
Una segunda idea asociada a la tutoría la refiere como una función dinamizadora o detonante de la formación integral del estudiante. En este sentido, la acción tutorial se hace más necesaria en la medida en que el tutorado alcanza mejores niveles de desarrollo cognitivo y actitudinal en relación con el uso de estrategias y técnicas de estudio, habilidades y competencias que le ayudarán a adquirir y fortalecer valores intelectuales, éticos y esencialmente humanos ligados a un proceso de aprendizaje auto dirigido. (Calle, 2009)
Incorporación de la tutoría en la ENMJN
Los estudiantes normalistas del siglo XXI requieren de un proceso de formación acorde a sus intereses, sin perder de vista las necesidades y requerimientos sociales de la profesión docente. En los últimos años, la Escuela Nacional para Maestras de Jardines de Niños (ENMJN) ha transitado por varias etapas en la conformación del hoy llamado Programa Institucional de Tutoría (PIT)
Primera etapa: Ciclo escolar 2008-2009 se elaboró el primer programa bajo la responsabilidad de un grupo de profesores, retomando la experiencia adquirida en otros espacios, en particular en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Al mismo tiempo, se tuvo un primer acercamiento a los referentes teóricos metodológicos publicados por la ANUIES. Sin embargo, por cuestiones de organización académica durante el ciclo escolar 2009-2010, el programa no tuvo operación.
Segunda etapa: Los ciclos escolares 2010-2011, 2011-2012 y 2012-2013. En este periodo, el Programa fue responsabilidad de un grupo diferente de profesores. En ese momento, si bien intentó brindar el servicio desde una perspectiva psicoterapéutica para atender las situaciones de riesgo que presentaba el alumnado. Por otro lado se intentaron acciones con grupos de alumnas a quienes se les requería tener atención tutorial como un requerimiento para obtener el apoyo de la beca PRONABES.
Tercera etapa. En el año 2012, el Diario Oficial del 20 de agosto publicó el Acuerdo número 650 por lo que se establece el Plan de Estudios para la Licenciatura en Educación Preescolar (LEP). El dicho acuerdo, en el rubro de estrategias de apoyo para los estudiantes, señala la necesidad de que en las escuelas normales que ofertan la LEP se consideren nuevas formas de operación de los planes de estudio y los enfoques educativos. En este documento, la tutoría, entendida como una estrategia de apoyo a las estudiantes en el logro de las competencias del perfil de egreso, se asocia a la característica de flexibilidad presentes en la malla curricular.
El Plan de Estudios 2012 vigente, recupera la acción tutorial para apoyar el proceso formativo de las estudiantes en su totalidad y desde sus diferentes facetas, al mismo tiempo ofrece alternativas para potenciar sus experiencias formativas. Para el logro de este fin, se pretende que la acción tutorial propicie una mejor toma de decisiones, así como el desarrollar una actitud y comunicación más asertiva para la resolución de problemas. (SEP. 2012)
Cabe mencionar que este proceso de acompañamiento durante la formación profesional, se concreta en la atención personalizada de manera individual o a un grupo reducido, por parte de académicos que, apoyándose conceptualmente en las teorías más recientes del aprendizaje, den cumplimiento a lo establecido en el Plan y Programas que señala: “La actividad tutorial a implementar en la Escuela Normal tiene como propósito orientar y dar seguimiento al desarrollo de los estudiantes, lo mismo que apoyarlos en los aspectos cognitivos y afectivos del aprendizaje” (Acuerdo 650, p. 50).
Desde este marco, la formación de los futuros docentes requiere de un profundo análisis en torno a la acción tutorial, puesto que se hace indispensable crear andamiajes efectivos para el desarrollo integral del alumnado. La apuesta radica en que el Programa Institucional de Tutoría de la ENMJN se sustente en un enfoque académico-humanista para el logro de los propósitos del perfil de egreso de los estudiantes. Esto tomando en cuenta que el proceso formativo requiere de la acción docente que se lleva a cabo en el aula, así como complementarse con los procesos de tutoría basada en la resolución de problemas emanados de la realidad escolar donde las alumnas confluyen en cada periodo de prácticas. Desde esta perspectiva la alumna es concebida como un sujeto activo en la conformación de nuevos saberes y la tutoría como una acción que contribuye a un mejor acompañamiento en la formación docente.
Consideraciones finales
La globalización de la sociedad del conocimiento y la información, demanda en el ámbito educativo una docencia centrada en el aprendizaje. Este panorama requiere que las escuelas normales tomen decisiones que les permitan adaptarse a nuevas realidades. Una de estas tareas es el ofrecer formación de calidad, eje vertebral del Programa Institucional de Tutoría.
En la búsqueda de mejorar la formación inicial de maestros, la tutoría debe implementarse en un ambiente comunicación y respeto de los diversos estilos de aprender y la conformación de nuevas formas de actuar. Se trata de conformar una comunidad que aprende, donde los sujetos participantes comparten experiencias diversas que coadyuvan al logro de una formación exitosa. Desde el análisis crítico, ser indiferente al proceso de tutoría o bien mantener una actitud pasiva, se convierte en un vacío dentro del currículo en los espacios actitudinales con lo que se limita el aprendizaje entre pares, las normas de convivencia y el valor de ser docente.
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