¿Una tesis a ciegas?

¿Una tesis a ciegas?

Experiencias de la Generación 2017-2021

 

Guadalupe Edith Bello Cervantes

asesora de Tesis y académica de la ENMJN

Abigail Rivera Díaz

Mónica Guadalupe Montalvo Vázquez

Mónica Saraí Mena Guzmán

estudiantes de la ENMJN, graduadas en julio de 2021

 

 

 

Y si existe el amor a ciegas, ¡una tesis a ciegas también!

Presentación de Guadalupe Edith Bello Cervantes

 

Durante el ciclo escolar 2020-2021, bajo la pandemia por COVID-19, llegaron a mí cuatro docentes en formación del área de tesis para que yo fungiera como su asesora… ¡Guau! La estrategia del equipo de Titulación generó una nueva organización, las estudiantes mandaron un correo para presentarse enviando su documento. En esta ocasión, nuestro primer acercamiento lo sentí algo frío ante un nombre y un título de ‘Anteproyecto’ (en tiempos presenciales las chicas llegaban a tu zona de ubicación en la ENMJN y teníamos un breve encuentro que generaba la posibilidad de identificarnos con la mirada, con los gestos y hechos que forjan lo que serán los pasos durante un ciclo escolar en su titulación)… Pronto organicé una plataforma Classroom que se denominó: “Tesis 2021”, les di la clave y ya ahí nos intercambiamos teléfonos para, al mismo, tiempo tener comunicación por WhatsApp.

Si identificamos que el asesor de tesis es la persona que guía al estudiante en el proceso del desarrollo de su investigación y que el proyecto de tesis es la producción científica que va desde la elaboración de la tesis hasta la continuación del trabajo en líneas de investigación, entonces me convertí en “Asesora a distancia” de una “Tesis en construcción”. “Se entiende por tesis, en el mundo académico, un trabajo de investigación por lo general monográfico o investigativo, que consiste en una disertación y una comprobación de hipótesis previamente establecidas, para demostrar una capacidad analítica y el manejo de procedimientos de investigación”(https://concepto.de/tesis/#ixzz70jbvKtoo). Como puede suponerse, esto no es tarea sencilla, por lo quiero aclarar que, aparte de esta responsabilidad, estaban también mis clases frente a grupo en posgrado, juntas, así como la coordinación del sexto semestre, entre tantas más. Además, como madre que soy, estuve al pendiente de mi hija en su tercer año de primaria; sin dejar de lado las actividades inherentes del hogar.

Quiero destacar que las cuatro Docentes en Formación que, de cariño, las llamaba Aby, Angie, Moni y Saraí, fueron muy responsables en las actividades, en las citas que regularmente eran de noche entre 8 pm y 9 pm, siempre puntuales y entusiastas (parece que a todas nos acomodaba bien y formamos un equipo VIP de cinco integrantes), de modo que me gustó el vínculo que fuimos generando. Considero muy importante que el asesor se vaya sintiendo parte del proceso; eso es fundamental para el logro de los objetivos; y me refiero a no ver la asesoría como una tarea laboral más, sino como un eslabón para el logro personal de cada una de las integrantes.

Ya para los meses de marzo y abril de 2021, tuvimos sesiones individuales para ir fortaleciendo cada tema a profundidad, leer con más detenimiento y dar adecuaciones generales; por suerte, dos hablaron de gestión y dos de arte, así que pudimos hacer binas de apoyo para bibliografía y dar ideas académicas. Que ellas se sintieran acompañadas también es otra labor ciega que debe estar presente. Es algo que no se ve; pero sin duda es algo que se debe sentir… de ahí que digan que el amor sea ciego; y por esa lógica, una tesis también).

Los elementos de una tesis varían de acuerdo al campo de investigación abordado, así que esta suele estructurarse por ciertas características, que van de la siguiente manera:

  • Todo aquello que antecede a la investigación propiamente dicha, como son la portada, el resumen de la investigación (para referencias), los índices del contenido, la dedicatoria, agradecimientos y, finalmente, una introducción general al tema que se plantea abordar.

  • Una explicación contextual respecto al estado de la materia al momento de iniciar el trabajo de investigación, atendiendo a lo dicho por autores previos y resultados de investigaciones previas.

  • Metodología Donde se explican qué datos y fuentes se usaron, cuáles métodos de investigación o de experimentación, dependiendo del campo, y cuál es el marco teórico o hipótesis central de la investigación.

  • Aquí se presentan los resultados propios del autor, con sus respectivos análisis para saber qué significan, qué dicen, y una discusión que conduzca eventualmente a las conclusiones.

  • Conclusiones y Donde se explican los aportes de la investigación al campo del saber específico, y las advertencias para futuros investigadores.

  • Referencias bibliográficas. Aquí se detallan los libros y materiales consultados a lo largo de la investigación con todos sus datos editoriales (https://concepto.de/tesis/#ixzz70jcEAyUX )

Quienes hemos vivido estas experiencias de asesoría en la ENMJN, sabemos perfecto que son momentos complejos, los tiempos y espacios nos ahorcan mucho más en épocas presenciales, pero desde mi experiencia actual, la pandemia por COVID-19 trastoca nuestros más íntimos sentimientos y emociones, así que todos los agentes debíamos ser más solidarios y empáticos. Puedo decir que tres de ellas terminaron en tiempo y forma (entre mayo y junio de 2021) en plenas correcciones, nervios, coloquios, desvelos de ellas y mío (por cierto, los coloquios fueron muy bien organizados por Titulación, con ellos potenciaron sus capacidades; así que, gracias a los lectores externos, pudimos girar y mejorar cada trabajo.) Con ello, manifiesto que otra mirada de un Asesor de Tesis es mantener la mente abierta, hecho que abre la puerta para que muchas miradas generen transformación en las construcciones de pensamiento.

Aun con todo, ¡algo pasó!… Fue Saraí la que me preocupó en el último momento. Ella me llamó para decirme que definitivamente no podría terminar en las fechas estipuladas. ¡Me quedé con el ojo cuadrado, puesto que íbamos muy bien! De hecho, sólo faltaban algunos análisis, checar que todo estuviera sistematizado y las conclusiones… Así que la busqué y me explicó que su papá estaba en urgencias hospitalarias, bastante mal, y que ella con su mamá eran las únicas que podrían estar al pendiente, por lo que la tesis tendría que esperar… Sin más le dije que “estaba bien” … ¡Pero inmediatamente empecé a ver cómo yo podría generarle alguna oportunidad! Esta vendría de las personas encargadas del área de titulación; en específico, con la responsable de Tesis. Así que la ayuda fue justo ampliar unos días el plazo y, apoyándola directamente, tuve que acomodarme a los horarios en que ella no estaba en el hospital, corrigiendo sus textos de inmediato y animándola; hablé con ella y ambas accedimos a dar un plus, y ¿saben?: ¡Sí acabó, y eso me tiene muy feliz como asesora! Esto nos deja ver que un asesor también debe convertirse en un apoyo incondicional y no dejar caer a nadie en la derrota.

También he de resaltar que esta generación, que orgullosamente egresó en el 2021, es una generación que deberemos tener presente durante los años próximos, una generación que inició sus estudios con un terremoto en septiembre 2017, y que terminó en julio 2021, con la pandemia por COVID-19. Lo cual representa afrontar muchas situaciones psicosociales que seguramente impactarán en años venideros.

Ya para el 22 de julio 2021, después de las 11:00 am, podía sentirme satisfecha por los exámenes profesionales de cada una de las cuatro, ahora felizmente licenciadas. Abigail y Saraí obtuvieron “Aprobación por Unanimidad con Felicitación”; y Mónica y Angélica lograron “Aprobación por Unanimidad”, ambas con felicitación verbal.

Esta vez, quisiera tener un momento la atención de todas las chicas de la ENMJN, en el semestre que sea que se encuentren actualmente, y decirles que, con estos resultados, puedo compartirles que un buen promedio desde primer año ayuda para lograr objetivos en el último momento al obtener tu título… así los asesores seguimos aprendiendo, damos lo que somos y recibimos a cada grupo con entusiasmo, porque los frutos obtenidos son educadoras que ejercerán la profesión con orgullo y vocación.

He aquí, en su propia voz, las experiencias de cada una de las estudiantes.

 

 

Y llegó el gran día

Experiencia de Abigail Rivera Díaz

 

Después de tres años cursados en nuestra gran ENMJN, por fin llegó el día de empezar el proceso de titulación, de escoger la modalidad, el tema y empezar la elaboración del protocolo. ¡No me la creía! Ahora sí empezaba a sentir nervios y miedo, he de mencionar que, aparte de iniciar este proceso, también teníamos prácticas  mucho más intensas, lo que conlleva preparar nuestros recursos para cada sesión virtual, planear, evaluar, etc. También debíamos cumplir con tareas de las materias y es de imaginarse la sensación de que eso no terminaría.

El 16 de octubre de 2020, la maestra Yadira nos compartió por medio de Classroom un PDF en donde estaba la lista de los asesores. Tenías que buscar tu nombre para así saber quién te acompañaría y apoyaría en todo este proceso, llegué hasta mi nombre y a un lado de mí estaba el nombre de mi asesora: “Bello Cervantes Guadalupe Edith. No había escuchado antes ese nombre porque lamentablemente no había tenido el gusto de ser su alumna, pero esta vez iba a ser su asesorada, ¡Qué emoción y qué nervios también!

Nos dimos cuenta de que a mi amiga Sara también le había tocado la misma asesora y nos sorprendimos porque los temas que teníamos no iban muy de la mano, pero lo increíble es que íbamos a estar acompañadas de la misma asesora y así no nos sentiríamos tan solitas. Ese mismo día mandé un correo a la maestra que decía “Hola maestra buenas tardes, sólo para presentarme: soy Abigail Rivera Díaz, del grupo 404, nos acaban de compartir quiénes son nuestros asesores y tengo el placer de que usted sea mi asesora. Sin más por el momento, le mando un cordial saludo.” Recibí una respuesta inmediata por parte de la maestra en la cual me proporcionó su WhatsApp para mantener la comunicación; enseguida, le mandé un mensaje para que también tuviera mi número. El 17 de octubre la Dra. Guadalupe creó un grupo de WhatsApp en donde pudimos mantener contacto todas las asesoradas de la maestra y, por supuesto, la asesora.

He de confesar que me sentía un tanto perdida al principio, eché de menos el contacto físico. No conocer presencialmente a mi asesora hacía que me sintiera extraña, pues no sabía nada de ella, pero conforme pasó el tiempo y, gracias a que ella nos compartía algunos acontecimientos de su vida, todo hizo que se generara una relación más cercana. Conforme fue pasando el tiempo, seguía sintiendo muchos nervios, pero también, por otro lado, me iba sintiendo más acompañada, ya que mi asesora atendía cualquier inquietud. Quiero destacar que siempre que tenía sesión con ella (tuve aproximadamente como 20 sesiones individuales) me sentía más segura de lo que iba haciendo, cada que terminaba sesión me quedaba muy satisfecha y con gana s de seguir trabajando en el documento. En cuanto al título de mi investigación, desde un principio, mi idea era investigar sobre la gestión escolar, el primer título que le presenté a la asesora fue el de “La gestión educativa estratégica en el jardín de niños Teocalli y su relación con el proceso de enseñanza-aprendizaje de niños preescolares”; al final el título definitivo de mi tesis de investigación fue: “la gestión escolar del Jardín de niños Teocalli y su relación con el proceso de enseñanza-aprendizaje de niños preescolares en tiempos de pandemia”. En sí no cambió tanto el título, sólo se agregó: “en tiempos de pandemia” porque es una investigación que surge justo en una modalidad virtual por la pandemia del COVID-19, y se cambió a “gestión escolar” porque justo era lo que yo quería investigar: las acciones que se llevan a cabo en el jardín de niños para lograr los fines de la educación, y yo en un principio estaba confundiendo la gestión escolar con la gestión educativa, siendo ésta más global ya que tiene que ver con el sistema educativo.

Y bueno, después de todo el proceso de investigación, redacción, lectorías (que fueron de gran ayuda para ir mejorando la tesis), aprobación del dictamen y conclusión de la tesis, me acercaba a la recta final del proceso. Se nos notificó por medio de un correo el día, la hora y el nombre del sínodo para llevar a cabo el examen profesional, a mí me tocó el 19 de abril a las 8:30 am. ¡Yo era la primera!… Ahora sí ya faltaba nada para ser una licenciada en Educación Preescolar, no puedo ni plasmar en estas líneas lo que sentí, me puse a trabajar en la presentación de mi tesis, mi asesora estuvo revisando arduamente la presentación, porque por los nervios había algunos dedazos y faltas de ortografía que yo no alcanzaba a percibir, pero por fortuna mi asesora sí; de modo que quedó lista mi presentación después de muchas revisiones y, el sábado por la noche, tuvimos un ensayo general las asesoradas y la Dra. Edith. Al escuchar los comentarios de la maestra me quedé tranquila y segura con mi presentación. Ese día también nos dio buenos tips y recomendaciones.

¡Al fin llegó el gran día! (19 de abril del 2020, 8:30 am). Estaba muy nerviosa, temblaba de los nervios, nunca me había sentido así, estaba segura de mí y de mi investigación, pero aún así los nervios estaban presentes, se llevó a cabo el examen profesional de la mejor manera, el sínodo que me acompañaba era muy bonito, me transmitían mucha buena vibra; cuando llegó la hora de conversar con mi asesora en el examen, se fue disminuyendo el nervio, ya me sentía más tranquila, les digo que la maestra Edith me hace sentir muy segura, se terminó el examen, y ¿qué creen?… Siendo a las 10:13 de la mañana escuché lo que tanto había esperado: “Aprobada por unanimidad con felicitación”. ¡Guau! No saben lo bien que se siente. Y sí: lo logré con una tesis “a ciegas”, porque no conocí a mi asesora de manera presencial, aunque espero que algún día sea posible.

Quiero decirles a todas las futuras licenciadas en Educación Preescolar que siempre confíen en ustedes mismas, que todos los días se esfuercen por dar lo mejor, porque al final todo su esfuerzo se verá reflejado. En esos casos, a veces una décima de punto hace la diferencia (en mi caso sólo me faltó una décima para ser nombrada con mención honorífica, pero, ya ni llorar es bueno, ¡jajaja!); aunque el proceso de titulación no es tan fácil, todas podemos lograrlo, no se rindan, hay veces que sientes que ya no puedes, pero siempre puedes dar más, apóyense con sus amigas, eso también es muy bonito, nunca vean como competencia a una compañera, sino mejor véanse como aliadas, porque así todo fluye mejor. Otra recomendación que puedo darles, y que considero es muy importante: siempre mantengan la comunicación con sus asesores, por suerte yo tuve a una gran asesora, deseo que ustedes, futuras licenciadas, tengan a una asesora o un asesor como así, que las acompañe en todo el proceso, que las motive, las haga sentir seguras y las apoye siempre con la mejor actitud.

Felicito a todas mis compañeras de la generación 2017-2021 porque, como bien ya lo mencionó la propia Dra. Edith: somos una generación que inició con un terremoto y termina con una pandemia; pero, a pesar de todas las adversidades, logramos terminar y ser licenciadas en Educación Preescolar.

Por último, quisiera agradecer a la Dra. Edith Bello por fungir como mi asesora de la mejor manera, por motivarme y hacerme sentir cada vez más segura de mí misma. ¡Gracias, por tanto, maestra!

 

 

 

Mi estilo de trabajo

Experiencia de Mónica Guadalupe Montalvo Vázquez

 

Llegar hasta este punto de la carrera, siendo justo el último año en donde cursaremos el proceso de titulación, desde mi perspectiva ya es un triunfo personal. El reto que me esperaba era la elaboración de mi documento de titulación. y claro que estaba muy ansiosa para poder pasar este proceso, sobre todo en cuanto al acompañamiento que tendría. Estaba consciente de que la elaboración de este documento iba a ser complicado, pero no imposible, tomando en cuenta que no sólo iba a elaborarlo, sino que también estábamos en periodos de prácticas en donde, como muchas de ustedes saben, las prácticas tienden a un punto y resultan tan intensas que nos absorbe la mayoría de nuestro tiempo, y yo me cuestionaba: ¿en qué momento podré avanzar con mi documento?

Pero antes de hablar sobre mi proceso para la elaboración de este documento me gustaría retomar que, hacia octubre, me dieron a conocer el nombre de la asesora que me acompañaría durante todo este proceso, y fue la Dra. Guadalupe Edith Bello Cervantes, a la postre, uno de los pilares para concluir esta última etapa. Sucedió que yo no había escuchado antes el nombre de mi asesora, por lo cual no conocía su trabajo ni su personalidad, ni su manera de relacionarse con sus alumnas, y eso me dio un poco de nervios, y más aún si pensaba cómo nos íbamos a relacionar bajo esta nueva modalidad llamada educación a distancia, en la que toda la comunicación sería por medios tecnológicos.

Menciono cómo me hizo sentir y cómo íbamos a comunicarnos porque, en un inicio, para poder presentarme y enviarle mi protocolo de investigación se lo hice llegar por correo electrónico. Pero pasó qué no recibí respuesta de la profesora, lo cual me preocupó, sin embargo, pensé que en algún momento me responderá porque seguramente tendrá algún otro pendiente. El caso es que pasaron los días y seguía sin tener respuesta, lo cual me empezó a preocupar, y lo que hice fue ponerme en contacto con una de mis compañeras que estaban integradas dentro del grupo de asesoradas por parte de la profesora, mi compañera me respondió que tenía un grupo en Classroom y un otro en WhatsApp. Inmediatamente me puse en contacto con la profesora y me integró al equipo. Esto me hizo sentir un tanto incómoda, ya que se puede interpretar que fue una distracción por parte mía, sin embargo, no había sido así. En realidad, fue una barrera que se presenta dentro de la comunicación en esta modalidad, ya que no controlamos tantos factores externos.

En general todo el acompañamiento por parte de mi asesora fue muy armónico, el reunirme con la profesora resultó muy cómodo; en un inicio, al comenzar con las asesorías vaya que tenía nervios, supongo que son los normales que, al exponernos a lo nuevo, pero el ambiente en general, tanto con mis compañeras asesoradas como con la asesora, daba confianza y eso hacía que los nervios fueran disminuyendo. Cabe mencionar que parte de mi personalidad es ser muy reservada, y entonces mi participación dentro de las asesorías en grupo era muy limitada, sin embargo, no significaba que no me importara o que no estuviera involucrada en lo que se comentaba en ese momento. Así, poco a poco, este rasgo de mi personalidad se fue adaptando a partir de las asesorías, ya que, sí o sí, tenemos que estar involucradas con la asesora y con nuestras compañeras, pues gracias a ellas también podemos identificar algunos factores que no podemos observar y que sólo son identificados a partir de diferentes perspectivas. Por eso creo que es importante establecer una buena comunicación con cada uno de los agentes que están involucrados durante este proceso de titulación.

Dicho lo anterior, tuve 34 asesorías, considerando que 15 fueron de manera individual. ¡Ya lo sé!: Parecen pocas, ¿verdad?… Les voy a explicar por qué fueron tan pocas de manera muy general. Desde un inicio, en mi protocolo de investigación, tenía bien planteado cuál era mi problemática, ya que lo había identificado a partir de las prácticas. La mirada en esta problemática la tenía desde el primer semestre, sé que suena exagerado, pero no lo es, porque identifiqué elementos que consideraba como los factores influyentes; pero, al cambiar de jardín o de alcaldía, estos factores también cambiaban, así que empecé a enfocarme en cada agente involucrado y en la importancia del papel de cada uno de estos agentes en el proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula. Y de ahí es que consideré e identifiqué los agentes, su rol, las barreras, etc., como también identificaba los elementos básicos para la elaboración de este documento. Sin embargo, sé que los conocimientos que tenía sobre este proceso eran mínimos.

Desde mi idea principal, el título que quedó en mi documento de titulación, en un inicio era: “La importancia de la gestión y comunicación entre agentes educativos para la enseñanza y aprendizaje”, pero a partir de las asesorías que tuve con la profesora, las cuales mejoraron tanto el cuerpo de mi documento como del título, al final el cambio fue mínimo desde mi perspectiva pero se consideraron elementos que incluyen en este momento,  concretamente la pandemia y, por ende, el título de mi documento quedó de la siguiente manera “La comunicación y gestión entre agentes educativos antes y durante la pandemia covid-19; para promover la enseñanza-aprendizaje en niños preescolares”.

Me gustaría platicarles el porqué de esas pocas asesorías con la profesora, en comparación con otras compañeras. Esto se debió a que mi manera de trabajar para la elaboración de mi documento fue en ciertos periodos, es decir, la profesora nos daba fechas para la entrega de los avances de nuestros documentos, que en ocasiones yo no entregaba en fechas específicas porque no tenía ningún avance, o porque la manera en cómo yo trabajo en la redacción es, en ciertos momentos, cuando me llega la “inspiración”, podemos etiquetarlo así.

Un claro ejemplo fue que, entre noviembre y diciembre  mis compañeras tenían unos grandes avances en sus documentos y yo no, de modo que mi asesora comenzó a preocuparse sobre mi involucramiento en este proceso; lo que no sabía mi asesora es que yo sí estaba trabajando en mi documento, pero, desde mi punto de vista, yo consideraba que aún no estaba del todo listo para que ella lo leyera, por lo cual en enero hice una entrega de mi avance con un aproximado de 90 hojas, lo cual abarcaba dos capítulos de mi documento. Para tal entrega mi asesora se sorprendió sobre la gran cantidad de hojas que había realizado y, sobre todo, que la información que estaba dentro iba acorde a lo que se estaba investigando.

Y así se sucedieron los tipos de entregas que yo realicé para mis avances. En general puedo decir que hice tres entregas, en las que ya desde la segunda estaba presentando el cuarto capítulo, que contenía las fichas de análisis, es decir: mis resultados. La tercera entrega tenía ya concluida la tesis y sólo estaba para la revisión de ortografía y de la organización del cuerpo del documento. Es por ello que fueron muy pocas las asesorías que tuve con mi profesora, pero eso no significa que no mantuviera contacto con ella, al contrario, le comentaba que en efecto estaba yo trabajando. Y como es de verse, mi manera de trabajar no es por avances mínimos, sino que, cuando tenía las ideas claras, comenzaba a escribir y así iban fluyendo las ideas, y eso daba oportunidad a que pudiera estructurar mi documento a partir de lo que quería presentar, con el fin de que no se perdiera la mirada de la problemática antes identificada.

Al final, después de tanta revisión de documentos, de teorías, de interpretaciones a partir de mis perspectivas, llegó el día que tanto esperaba, el de mi examen profesional. Recuerdo que fue el miércoles 21 de julio a las 8:30 am. Para esta fecha ya tenía preparada la presentación que proyectaría a la mesa de los sínodos, la cual fue revisada anteriormente por la asesora y en donde tuve un ensayo previo sobre lo que hablaría ese día. Claro que estaba ansiosa, no podían faltar los nervios, pero en realidad también me sentía tranquila, porque sabía que lo que había hecho y sabía de lo que estaba presentando, de lo que iría y de lo que yo misma había creado. Suena categórico, ¿no? Pero es que es verdad, al final creamos algo, nosotras somos quienes lo hacemos, y es en ello que se ven esas noches sin dormir, el estrés al mil, los días que te limitabas hacer otras cosas, pero que sabías que al final ¡estaría la recompensa a todo tu esfuerzo!

Después de tanto empeño y dedicación, la mesa de sínodos decidió que fuera “aprobada por unanimidad con felicitación verbal”. No sé cómo expresar la emoción y la felicidad que sentí al escucharlo, pero de todo corazón les deseo que puedan experimentar esta felicidad y la satisfacción de lograr la meta que se propusieron desde un inicio y que al final se puede cumplir con el mejor logro.

Otro tipo de satisfacción es ver la felicidad en los rostros de cada uno de los integrantes de tu familia. En mi caso, mi familia pudo estar mi lado cuando realicé mi juramento y también cuando atestiguaron la decisión final de la mesa de sínodos. Las felicitaciones y el reconocimiento del trabajo tanto de la asesora como mío, el esfuerzo y la dedicación, fue algo que ellos pudieron percibir, porque era un documento bien hecho, tenía una estructura satisfactoria y la mirada de la problemática siempre estuvo clara, no hubo elementos ni factores que pudieran distraerse de lo que se pretendía presentar.

Por eso es que, a ustedes, como futuras licenciadas en Educación Preescolar, yo, ahora como egresada, puedo decirles que no se den por vencidas, decirles que sí hay demasiados factores adversos, pero no hay que dejar que influyan en este proceso. Sé lo difícil que resulta, pero es así. Nada es imposible y no se imaginan la felicidad que se siente y el orgullo de decir “soy licenciada en educación preescolar. No se den por vencidas, identifiquen una problemática de su interés, y cásense con ella, que esa problemática sea realmente algo que las motive para poder elaborar su documento en cualquier modalidad. Dense su tiempo, tiempo para escribir, tiempo para poder realizar esta estructura del documento y que no haya ningún factor que cambie sus ideas, plasmen lo que quieran decir, plasmen lo que en realidad están sintiendo en ese momento refiriéndose claramente a la problemática de su interés.

A todas las generaciones futuras a realizar este proceso de titulación les deseo el mejor éxito del mundo, disfrútenlo, no debe ser un martirio, todo lo contrario, vívanlo aun si van a llorar (porque lo van a hacer), y háganlo porque sabrán que al final lograron lo que tanto soñaron, lo que tanto desearon en la vida, porque si por algo están en esta carrera es por el amor a la educación.

Para concluir me gustaría felicitar a la generación 2017-2021 por haber acabado la carrera a pesar de tantas adversidades, por adaptarse a esta modalidad de Educación a Distancia, por no dejar que influyeran los factores externos. Estoy segura de que son y serán unas grandes licenciadas en Educación Preescolar, por lo que les deseo el mejor éxito y que pongan muy en alto a la Escuela Nacional para Maestras de Jardines de Niños.

 

 

Desafío en la recta final

Experiencia de Mónica Saraí Mena Guzmán

 

Al llegar al séptimo semestre sabía que vendría una gran responsabilidad: escoger como me iba a titular en la ENMJN. Todo empezó desde que nos asignaron a los asesores que nos acompañarían en este grandioso camino; de modo que nos reunieron a toda la generación para darnos algunas indicaciones de cómo sería el proceso y nos mencionaron que nos iban a compartir una lista para saber quién sería nuestro asesor, los nervios me ganaron por conocer a la mía, rápidamente, consulté la lista y, cuál fue mi sorpresa de ver que no conocía a mi asesora. Le mandé mensaje de WhatsApp a mis amigas para ver si alguna de ellas la conocía, a lo que me dijeron que no. Sin embargo, a mi amiga Aby también le había tocado la misma asesora: la Dra. Guadalupe Edith Bello Cervantes, eso me dio mucha emoción ya que íbamos a estar juntas en ese camino.

Inmediatamente le mandé un correo a mi asesora para presentarme. Enseguida recibí se respuesta diciendo que le mandara un mensaje de WhatsApp para empezar con este proceso. Y así fue que llegó la primera sesión virtual vía Google Meet, con mis compañeras y la asesora, la cual me sorprendió, puesto que éramos cuatro asesoradas (yo creía que cada asesora tenía máximo dos), pero eso no fue problema, ya que la dinámica y la comunicación en las sesiones era muy fluida, e inclusive cada una compartimos consejos y sugerencia para mejorar nuestros trabajos.

Considero que el éxito de todo esto fue la empatía que la asesora tenía siempre hacia nosotras, siempre alentando, motivando a seguir el trabajo, y apoyando en cualquier circunstancia. Sin embargo, la melancolía se hacía presente de no poder estar conviviendo físicamente con mi asesora y con mis compañeras, en un sitio verdadero donde pudiéramos compartir a lo mejor algo más que el solo trabajo de tesis, algunas risas o comentarios.

En lo que respecta a mi tema de investigación, yo quería abarcar todos los contenidos posibles, pero, platicando con la asesora, me comentó que escogiera un tema que me motivara y que me gustara, algo que no me resultara tedioso de estar investigando, y de lo que me fuera más fácil obtener evidencias, ya que en este transcurso se te presentan muchas dificultades, como las prácticas intensivas; en este caso, la preparación de material para las prácticas y los recursos dirigidos a la tesis como entrevistas, evaluaciones, planeaciones, etc.;. Así fue que decidí quedarme con el tema: “Las artes plásticas: una herramienta de aprendizaje para el grupo de 2ºB del Jardín de niños Teocalli en tiempos de pandemia”.

Todo llevaba su ritmo, pero casi al concluir mi tesis pasó un acontecimiento que verdaderamente marcó mi vida: mi papá enfermó de gravedad, y me vi de manera forzosa a dejar de lado la tesis para dedicarle tiempo a él, ya que, con la vida entre hospitales, me era imposible seguir con la tesis. Esto desgraciadamente se lo tuve que informar a mi asesora. Le dije que quería posponer mi examen profesional, le comenté la situación, la cual entendió y me recordó que lo que me faltaba en la tesis era realmente ya muy poco, me dijo que la dejara; que investigaría qué podía ella hacer y que, al siguiente día, me lo diría. Debo confesar que las lágrimas corrían por mis ojos, ya que por mi mente pasaba: “¿…y si no me llegara a titular?” …, fue una sensación muy fea de sentir, también pensaba: “¿dónde quedó entonces mi esfuerzo de todo este tiempo?”

Al otro día, la asesora me dio una gran noticia que cambió mi perspectiva. Me darían una semana más para entregar mi tesis terminada y mi asesora estaría en todo momento apoyándome, no dejándome sola, y dándome ánimos. Fue así que me sugirió compartirle mi documento por Drive, así, cada que yo agregara algo, ella podría revisarlo y hacerme los comentarios correspondientes, también tuve mucha ayuda de mi amiga Aby, quien me brindó su ayuda incondicional para el término de esta tesis.

¡Y así fue como logré terminar mi tesis! Surgió una emoción que recorría mi cuerpo, y todo de saber que, a pesar de los obstáculos que te pone la vida, si tu te propones algo y te esmeras en realizarlo, lo vas a lograr. Fue entonces que mandé mi tesis, poco después me llegó mi fecha y hora de mi examen: el 22 de julio a las 8:30, quería que me saliera todo perfecto, entonces fue que empecé a realizar mi presentación. Tenía muchos nervios y miedo a la vez. La asesora nos dio una última sesión virtual para mostrarle nuestra presentación, nos dio recomendaciones y comentarios.

Entonces llegó el ansiado día. En mi casa tenía a mis padres y a dos de mis amigas; además de más familia y amigas conectadas para la presentación de mi examen. Debo decir que al escribir esto aun me invade la emoción y los nervios sólo de recordarlo. La Dra. Guadalupe Edith Bello Cervantes inició formalmente con la presentación de los sinodales y, así mismo dando inicio a mi examen… Todo salió bien, ahora era momento de las preguntas, afortunadamente, siento que mis respuestas fueron acertadas. Y así fue que concluyó el examen, diciéndome entonces la asesora que les diéramos un momento para la deliberación de si estaba aprobada o no… ¡Qué nervios! Fueron los cinco minutos más largos de mi vida.

Posteriormente la asesora me indicó volver a la sesión para la tan esperada respuesta: y con la frase: “aprobada por unanimidad con felicitaciones” se hizo notar inmediatamente mi felicidad con lágrimas. Todos los ahí presentes también se emocionaron. Y sí, por fin ya era ¡licenciada en educación preescolar! Puedo expresarles que, al hacer el juramento, sentía mi brazo pesado y tembloroso, pero con mucha emoción, las felicitaciones tanto de maestros, familiares y amigas empezaron a llegar, y fue hasta ahora el momento más feliz de mi vida.

A las futuras licenciadas en Educación Preescolar sólo me queda decirles que disfruten estos momentos, que, si bien son de mucho estrés y sacrificios, valen la pena porque después llega la recompensa, decirles que, a pesar de los obstáculos que te ponga la vida, vale la pena luchar por lo que tanto te has esforzado y así obtener tus frutos y sentirte realizada por ser ahora una gran licenciada: ¡a La Nacional, gloria por siempre!

 

 




Ser Docente: Experiencias y Retos Hoy

Ser Docente: Experiencias y Retos Hoy

Seminario Virtual ENMJN

 

 

A partir de la alerta emitida por la pandemia de COVID-19 en marzo del 2020,  se recibieron las primeras indicaciones de las autoridades de Salud y de Educación en nuestro país; para entonces se desconocían  los alcances de  ésta y del confinamiento social a nivel local y nacional, y sus efectos en diversas esferas de la vida: personal, familiar, académica, laboral y social.

Ante ello las estrategias de atención académica a distancia que se diseñaron en la Escuela Nacional para Maestras de Jardines de Niños, se fueron transformando a partir el esfuerzo colectivo de docentes, estudiantes y equipo directivo, para no parar el proceso formativo. Pese a la incertidumbre, la presencia de la enfermedad y las pérdidas humanas, seguimos en pie y aprendiendo.

Más allá de los ajustes realizados al ejercicio de la docencia y de las adecuaciones a los planteamientos curriculares de los programas de curso, transcurrimos un terreno desconocido y nos apropiamos de nuevas formas de estar, pensar  y organizar nuestra vida cotidiana.

En el ámbito personal y familiar, tanto estudiantes normalistas como  formadores de docentes y personal administrativo, experimentamos diversas sensaciones y gestionamos variadas herramientas técnicas, cognitivas y socio-afectivas para hacer frente a nuestra labor.

Derivado de lo anterior, se identifica que el distanciamiento  social ha provocado malestar  socio-emocional, en opinión de algunos expertos, hoy más que nunca es necesario retornar a los aspectos fundamentales del desarrollo humano y toma de conciencia de sí mismo y de la comunidad.

De ahí que sea relevante retomar las grandes lecciones de esta coyuntura histórica y asumir los complejos retos para el desarrollo integral de las personas que conformamos la comunidad educativa de la ENMJN, partiendo de reconocer que existe la necesidad de abrir espacios enmarcados en un enfoque humanista que tiendan a recuperar el valor de la persona y sus potencialidades, para impulsar relaciones personales  y profesionales encaminadas al desarrollo de la conciencia individual y colectiva, a fin de construir una comunidad educativa más empática y solidaria.

Por lo anterior, se  pretende generar un espacio de análisis y reflexión para distinguir en una dimensión amplia y compleja la función docente: el bienestar de las y los maestros entendido de manera integral y sistémica, como una tarea y responsabilidad personal y colectiva, para desarrollar las habilidades socio-emocionales que les permitan atender de manera más congruente y auténtica, los procesos de formación de las estudiantes de la licenciatura en educación preescolar. Por ello la Escuela Nacional para Maestras de Jardines de Niños invita a la comunidad educativa a asistir al Seminario virtual: ser docente, retos y experiencias hoy  en el marco  del día del maestro.

AGENDA DEL SEMINARIO

 

 




Gaceta Norma-lista! Número 7

Gaceta Norma-lista! Número 7

diciembre 2020

Presencia que hace historia

NÚMERO SIETE

 

 

 

 

 

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Vida saludable: Una visión global

Vida saludable

UNA VISIÓN GLOBAL

 

Araceli Benítez Hernández

docente de la ENMJN

Perla Lizeth Zamora Ixtla

estudiante de la ENMJN

 

 

 

 

La salud es un tema que preocupa a todas las instituciones mundiales, desde las cuales se ha dado las pautas y seguimiento para promover la idea de que la salud sea para todos. Esta idea se materializa, especialmente, en programas diseñados para tender a las personas que no pueden tener acceso a ella. La salud, y la concepción que hoy se tiene de ella, es producto de una serie de cambios profundos. Uno de los antecedentes ocurrió en el siglo XIX, cuando el médico Rudolf Virchow fue invitado a investigar una epidemia de tifo en Silesia. Durante su estancia en la región, conoció la miseria e insalubridad reinante. La enfermedad, aunada a la falta de higiene y los sueldos miserables que recibían los trabajadores, hacía que la población enfrentara serias dificultades para sobrevivir. Fue a partir de esa situación que Virchow propuso que se mejoraran las condiciones de los trabajadores, se proporcionara agua potable y buscara limpiar la ciudad en general. Desde ese momento, se empezó a considerar como estrecha la relación entre enfermedad y entono social, por lo que no basta contrarrestar los síntomas de una enfermedad, sino que es necesario prevenirla.

De un concepto de salud, como no-enfermedad, se ha evolucionado hacia otro más global, que considera la salud de forma dinámica, como el estado de bienestar físico, psíquico y social. En 1978, la Organización Mundial de la Salud (OMS), preocupada por garantizar a toda la población cobertura de sus necesidades, como alimentación, agua, saneamiento, vacunación y medicamentos esenciales, celebró en Alma Ata (Kazajistán), la Conferencia Internacional sobre atención primaria de la salud. En dicho evento, los países firmantes tomaron los siguientes acuerdos:

  1. La salud como derecho humano fundamental y como importante objetivo social.

  2. La equidad en salud como elemento básico de ésta.

  3. La estrecha relación entre promoción de la salud y desarrollo económico y social.

  4. El enfoque comunitario de los problemas de salud.

  5. El derecho y el deber de participar de forma individual y colectiva en la gestión de la salud.

  6. La obligación de los gobiernos de cuidar de la salud de los pueblos (pág. 11).

 

Resalta en dichos acuerdos la consideración de que toda persona tiene derecho al acceso a los servicios de salud sin importar el nivel económico que tenga. Sin embargo, se asume que no basta con brindar servicios para mitigar las enfermedades. Se sostuvo que hablar de salud trasciende a tener como foco principal la enfermedad. Uno de los aspectos más sobresalientes es una visión global e integradora que incluye velar por los otros derechos humanos. Así, hablar de salud involucra cuidar el agua potable, el saneamiento, la alimentación, la vivienda y, por supuesto, la educación (OMS, 2017).

Posteriormente, en Ottawa, Canadá (1986), en la Carta para el Fomento de la Salud, se recuperaron los compromisos y enfoques de Alma Alta. La mayor aportación de la Carta, estuvo referida al concepto mismo de salud y, a partir de este evento, a conceptualizar la salud, desde un enfoque integral que incluye aspectos sociales y culturales. Estos enfoques hoy son retomados por las agendas de los gobiernos para diseñar las políticas locales.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director general de la Organización Mundial de la Salud

 

En franca articulación con la UNESCO, la OMS, para el año 2000, impulsó el programa Salud para Todos (SPT). Según este programa, por “salud” ha de entenderse como un estado personal de bienestar, no sólo la disponibilidad de servicios sanitarios, sino el estado de salud que permita a una persona llevar una vida social y económicamente productiva. Así, puede observarse un franco viraje en la atención de la salud, desde un campo específico de las ciencias médicas hacia un planteamiento transdisciplinario donde se incluyen aspectos sociales, culturales, demográficos, de género, etc.

A partir de este nuevo abordaje de lo que significan salud y enfermedad, aunado a los avances científicos, tecnológicos y de investigación social, según los últimos informes de la OMS, se ha tenido avances en cuanto a la mejora de la salud de la población, lo que ha redundado en que, en diversas regiones del mundo, la esperanza de vida haya aumentado.

Es preciso mencionar que, en la Carta de Ottawa (1986), se empezó a considerar el enfoque preventivo como una línea importante de atención a la población. Este hecho, fue importante para poner el foco de atención en la promoción de la salud, más que en la curación de la enfermedad. Desde este posicionamiento, se acentúa la necesidad de estudios sociales, personales y físicos para dar atención al logro de un estado de bienestar. Al mismo tiempo, se asume que la promoción de la salud no es exclusiva del sector sanitario.

 

Edgar Morin

La Organización Mundial de la Salud, desde finales del siglo XX, ya se refería al término “alfabetización en salud” que hace referencia al “conjunto de habilidades sociales y cognitivas que le permite a una persona de cualquier medio acceder, entender y utilizar la información y mantener una vida saludable” (OMS, 1998; 1). Con este hecho, en la exigencia mundial de alcanzar una humanidad sana, el sector educativo tomó relevancia, considerándolo como el espacio natural para adquirir conocimientos y desarrollar habilidades y valores tendientes a mejorar la salud de la humanidad. En este sentido, Edgar Morin, en su libro Los siete saberes necesarios para la educación del futuro escribe:

La educación es “la fuerza del futuro”, porque ella constituye uno de los instrumentos más poderosos para realizar el cambio. Uno de los desafíos más difíciles será el de modificar nuestro pensamiento de manera que enfrente la complejidad creciente, la rapidez de los cambios y lo imprevisible que caracterizan nuestro mundo (1999: 5).

Cabe hacer notar que, en los últimos veinte años, han sido mayores los estudios que analizan el vínculo que tienen educación y salud, ya que, es mediante los procesos formativos sistemáticos, propios de la escuela, se llega a la población donde se pretende crear una conciencia reflexiva de hábitos que se siguen para desarrollar una vida saludable.

Por su parte, la UNESCO, en la Declaración mundial de Educación para Todos (EPT) realizada en Jomtien, en 1990, consideró como su propósito principal alcanzar en verdad la Educación para Todos. Dicho propósito se dirigió más a garantizar mejor calidad de la educación más allá de limitarse en el incremento de la matrícula. Como parte de la calidad educativa, señala el Programa EPT,  se espera que se mejoren las condiciones de aprendizaje, para lo que propone que:

Las sociedades deban conseguir que todos los que aprenden reciban nutrición, cuidados médicos y el apoyo físico y afectivo general que necesitan para participar activamente en su propia educación y beneficiarse de ella. (UNESCO, 1990: 12)

Rudolf Virchow

En la declaración Educación para Todos, se considera a la educación como el medio para generar un mundo más seguro, sano y próspero. Así mismo se dejaron de tomar en cuenta exclusivamente contenidos de carácter cognitivos, para tomar en cuenta distintos saberes, valores y actitudes para la vinculación de la teoría con la práctica dirigida a la mejora de la calidad de vida.

En el ámbito educativo, para principios del siglo XXI, derivado del seguimiento del Programa EPT, en Dakart, Senegal (2000), los planes y programas de estudio de las naciones firmantes, incorporaron temas referidos la educación para la salud acompañados de los enfoques social, cultural y preventivo. Para diseñar los nuevos currículos, se tuvo como punto de partida que, para aprender, es necesario tener buena salud.

La idoneidad de los planes de estudios podría mejorarse vinculando la alfabetización y diversas técnicas y conceptos científicos con los intereses y las experiencias tempranas de los que aprenden, por ejemplo, las relaciones con la nutrición, la salud y el trabajo. (UNESCO, 2000: 25)

En ese sentido, la UNESCO, sugiere que se involucre a diferentes instituciones, siendo de las más destacadas los organismos locales dedicados a la salud y a la educación. Sin embargo, es importante señalar que, en el Marco de Acción de Dakar (2000), se reconoció la importancia que tiene la atención a la salud integral y su vínculo con la educación, principalmente en la primera infancia. Se espera, sostiene la UNESCO “que exista una estrecha vinculación entre los distintos subsectores de la educación y entre la educación básica, la salud, la nutrición, el agua potable y el entorno natural, factores fundamentales hoy” (UNESCO, 2000: 15).

Es importante resaltar que, es consenso general que desde los primeros años resulta importante que las niñas, niños y adolescentes (NNA), vivan en ambientes sanos, que les permitan un adecuado desarrollo. Para reafirmar la idea, EPT (200) subraya:

Todo niño debe ser criado en un ambiente seguro y atento para que pueda ser sano, despierto, seguro y capaz de aprender. En el último decenio se aportaron nuevas pruebas de que la buena calidad de la atención y educación de la primera infancia, tanto en la familia como en programas más estructurados, tenía consecuencias positivas en la supervivencia, el crecimiento, el desarrollo y el potencial de aprendizaje. Esos programas han de ser integrales, estar centrados en todas las necesidades del niño y abarcar la salud, la nutrición y la higiene, además del desarrollo cognoscitivo y psicosocial. (p. 15)

En el documento antes mencionado, se visualizaron los resultados de los propósitos descritos en la Educación para todos de 1990. No obstante, en específico, el acceso a la educación, aunque aumentó, no fue en el nivel esperado, pues todavía seis millones de niños y niñas aún no asisten a la escuela.

Dado lo desalentador de los resultados que para el 2000 hubo en educación en todo el mundo, a lo largo de las dos décadas del presente siglo, fortalecer la educación a nivel mundial se ha mantenido como una prioridad, pues, se entiende, que el hecho de que las personas se reúnan alrededor de procesos escolarizados, estas tengan los canales para formarlos en áreas fundamentales como la salud, las cuestiones de género, los derechos humanos, etc.

En el caso de la educación para la salud desde la escuela, desde principios del siglo XXI, se han impulsado acciones para la prevención de enfermedades y el desarrollo de habilidades hacia la toma de decisiones para vivir saludablemente. Según la UNESCO, en el documento Educación 2030: Declaración de Incheon y Marco de Acción (2015), se corrobora que la educación desarrolla las competencias, los valores y las actitudes para que las niñas y niños disfruten de una vida saludable, tomen decisiones fundamentadas y afronten los problemas a escala local y mundial.

En la actualidad la Organización Mundial de la Salud en el documento “Educación para la salud con enfoque integral”, citando los Programas Interdisciplinarios en Atención Primaria de la Salud de la Universidad Industrial de Santander (PROINAPSA),se entiende que la educación para la salud con enfoque integral es un proceso de generación de aprendizajes, que va, desde el autocuidado individual, hasta el ejercicio de la ciudadanía, la movilización y la construcción colectiva de la salud en la cual participan las personas y los diferentes sectores del desarrollo (PROINAPSA, 2014).

En esta lógica aprendemos para vivir plenamente en el ámbito individual y en el ámbito social. Por ello, la educación para la salud desde la escuela se sustenta en procesos sociales de comunicación y diálogo donde, apoyados en estrategias socioeducativas, los participantes comparten sus experiencias con el propósito de empoderarse, por un lado, como individuos, y por otro como miembros de una comunidad cercana, reconociéndose en un marco mucho más amplio como lo es el mundial.

Es decir, vivir en una sociedad sana requiere de la participación de todos. La escuela como institución social es considerada como el espacio natural para el desarrollo de habilidades y valores que favorezcan la formación de ciudadanos sanos preocupados por su responsabilidad en el logro de este objetivo.

Cuando se educa para la salud, se busca una mejor calidad de vida, se educa para vivir de modo saludable. Vivir así refiere, inmediatamente, a una acción. No es un asunto teórico ni de ejercicio exclusivo de la escuela o de los gobiernos. Construir comunidades saludables significa un espacio de construcción colectiva. A la par, hablar de educación para la salud y vida saludable, aleja de la tradicional visión de que estar sano es no tener una enfermedad. Una vida saludable y educar para vivirla involucra aspectos amplios como las condiciones materiales, las cuestiones ambientales, el respeto a los derechos humanos, la atención al medio ambiente, la salud mental de las personas, etc.

A partir de la emergencia sanitaria declarada en marzo del presente año (2020), las medidas de higiene y prevención exigen cambios importantes. Los cuidados para evitar contagios han aumentado por situaciones que no eran comunes en nuestra vida cotidiana. Sin duda, en este marco, la escuela en general, y la educación de la primera infancia en particular, toman relevancia para fomentar actitudes y acciones indispensables para desarrollar habilidades y valores que lleven a la población mundial a asumir su responsabilidad en la conformación de comunidades sanas. Por ello, es muy valiosa toda iniciativa que busque, en cualquier condición, formar a las futuras generaciones y plantear a las generaciones presentes la responsabilidad que, como especie inteligente tenemos sobre el planeta y todas las cosas que en él se encuentran.

 

 

 

Bibliografía Consultada

 ·       Adhanom, T. (2017). La salud es un derecho fundamental. Centro de prensa. Disponible en https://www.who.int/mediacentre/news/statements/fundamental-human-right/es/ Consultado 11 agosto 2020

·       Amina, M. & Tedros, A. (2018) Vida saludable, bienestar y objetivos de desarrollo sostenible. Boletín de la Organización Mundial de la Salud. Disponible en https://www.who.int/bulletin/volumes/96/9/18-222042/es/. Consultado 03 agosto 2020

·       Chan, M. (2010) LA educación y la salud están íntimamente unidas. Organización Mundial de la Salud. Cumbre Sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, Disponible en https://www.who.int/dg/speeches/2010/educationandhealth_20100920/es/. Consultado 03 agosto 2020.

·       Delors. (1996). La Educación encierra un tesoro, informe en la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI (compendio) Disponible en https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000109590_spa Consultado 23 agosto 2020

·       Kickbusch (S/F). Promoción del Programa de Salud Mundial. Naciones Unidas. Disponible en https://www.un.org/es/chronicle/article/promocion-del-programa-de-salud-mundial. Consultado 04 agosto 2020

·       Krech, R. (2020). Determinantes sociales de la salud: soluciones prácticas para tratar un problema ampliamente reconocido. En Boletín de la Organización Mundial de la Salud. Disponible en https://www.who.int/bulletin/volumes/89/10/11-094870/es/ Consultado 03 agosto 2020

·Morin, E. (1999). Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro. Disponible en https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000117740_spa Consultado 08 agosto 2020

·       OMS (1986) Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud. Una conferencia internacional sobre la promoción de la salud. Canadá. Disponible en https://www.paho.org/hq/dmdocuments/2013/Carta-de-ottawa-para-la-apromocion-de-la-salud-1986-SP.pdf Consultado 03 agosto 2020

·       UNESCO (1990) Declaración Mundial sobre Educación para Todos y Marco de Acción para Satisfacer las Necesidades Básicas de Aprendizaje. Disponible en https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000127583_spa Consultado 10 agosto 2020

·       UNESCO (2000). Foro Mundial sobre Educación. Informe final. Disponible en https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000121117_spa  Consultado 10 agosto 2020

·       OMS (2017) Documento conceptual: educación para la salud con un enfoque integral. Disponible en https://www.paho.org/hq/dmdocuments/2017/promocion-salud-intersectorialidad-concurso-2017-educacion.pdf Consultado 03 agosto 2020

 

 

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La mirada docente como agente social

La mirada docente como agente social

Panel virtual: Alcances, retos y prospectiva de los proyectos de intervención socio-educativa

Curso curricular: Proyectos de intervención socio-educativa. Generación 2017-2021, 6º semestre. Ciclo escolar 2019-2020

 

Ana Laura Arias Sierra

Alma Lucía Cruz Falcón

Rosa Cristina Aguilar Villanueva

Guadalupe Lozano Hernández

Esperanza Reyes Carrión

Araceli Judith Jiménez Hernández

docentes de la ENMJN que imparten el curso

 

 

 

 

Dada la situación de salud pública enfrentada desde marzo de 2020 tanto en México como en distintos países del mundo ante la pandemia del covid-19, el equipo de docentes del curso Proyectos de Intervención Socio-educativa ha buscado dar atención y continuidad, en las mejores condiciones posibles al proceso formativo de las estudiantes para el logro del propósito de esta asignatura curricular, considerando que las prácticas profesionales previstas para los meses de abril y mayo de 2020 no pudieron realizarse ni re-programarse. Por tal motivo, se identificó la necesidad y la relevancia de que las estudiantes diseñaran un Proyecto de Intervención Socio-educativa, con la perspectiva de que, al insertarse al 7°semestre en la fase intensiva del Consejo Técnico Escolar del próximo ciclo 2020-2021 en las instituciones de práctica, y lo presenten como una propuesta de acciones viables que den respuesta a las implicaciones en la vida de los niños preescolares ante el suceso referido, considerándolo como la principal problemática a abordar.

Cabe mencionar que el Curso curricular Proyectos de Intervención Socio-educativa del Plan de Estudios 2012, tiene como finalidad que los estudiantes articulen las herramientas teóricas, metodológicas, técnicas y didácticas que trabajaron en los cursos de semestres anteriores y diseñen proyectos de intervención en los que consideren aspectos socio-históricos, culturales, ideológicos y económicos propios del contexto en que realizan su práctica profesional. El diseño, seguimiento y evaluación de los proyectos permite potenciar y movilizar los saberes y experiencias adquiridas en las escuelas de práctica, para generar propuestas que involucren a otros actores en el ámbito educativo, de la familia o la comunidad” (SEP, 2012, p 2)

El énfasis de este curso curricular se centra en que las estudiantes elaboren un proyecto de intervención socio-educativa en —y a partir— del cual fundamenten una parte de su servicio social, y puedan articularlo con problemáticas que, aun cuando están presentes en el aula de clase, se extienden hacia la institución o la comunidad. La finalidad de estos proyectos es replantear la mirada de la docencia para ubicarla como una actividad que trasciende el salón de clases y se entreteje en planos más amplios que ayudan a mejorar la función social y educativa de la escuela (SEP, 2012, p. 3).

Dada esta relevancia del curso, las docentes que lo impartimos consideramos importante que las estudiantes identificaran aquellos aspectos en los que el fenómeno del confinamiento, a causa de la pandemia mundial por SARS-CoV-2, han impactado en la sociedad una oportunidad de abordarlo en su intervención educativa en los jardines de niños, donde llevarán a cabo sus prácticas profesionales y su servicio social en el último ciclo de formación como futuras docentes, involucrando los diversos agentes educativos.

Bajo esta perspectiva, se orientó el proceso de elaboración de los proyectos de intervención socio-educativa de manera específica y diversificada en cada uno de los grupos; no obstante, surgió la inquietud de compartir y de evaluar el proceso de acompañamiento, así como la experiencia de aprendizaje de las estudiantes de la generación 2017-2021 en relación con el propósito del curso curricular que les ha brindado los saberes necesarios con los que darán inicio al último momento de su ciclo formativo, en el séptimo semestre, bajo un contexto social en la inserción a la “nueva normalidad”, para lo cual se realizó el: PANEL VIRTUAL: “Alcances, retos y prospectiva de los proyectos de intervención socioeducativa bajo una mirada del docente como agente social”, efectuado el pasado 29 de junio de 2020, a través de la plataforma Google Meet, y mismo que contó con la participación de una estudiante como representante de cada grupo, quien a su vez, representó al equipo de trabajo en el que se elaboró el proyecto de intervención.

 

La experiencia en el panel

Para poder dar respuesta y, con ello, dar continuidad a la trayectoria académica de la generación 2017-2021, se optó por organizar el panel virtual con la intención de socializar cada uno de los proyectos de intervención socio-educativa, tomando en cuenta que cada grupo había realizado una serie de esfuerzos únicos que valdría la pena conocer y aprender de ello.

Con base en el diseño de los proyectos de intervención socio-educativa en voz de cada una de las estudiantes panelistas, las participaciones hicieron evidentes una reflexión por parte de ellas acerca de la experiencia de lo que ha sido el trabajo colegiado y colaborativo a la distancia; asimismo, reflexionaron sobre la función que cumplimos los maestros ante las situaciones emergentes que se presentan en las escuelas y que se aproximan a una postura del docente como agente educativo y social con la responsabilidad de incidir en el contexto escolar; se reconoció también el esfuerzo realizado en conjunto de maestros y estudiantes para mantenernos en comunicación permanente a pesar de las dificultades de conectividad y de otra índole, que al fin no fueron un obstáculo para avanzar en la elaboración de estos proyectos.

Como docentes del curso, reconocimos el reto que implicó para las estudiantes tener la claridad conceptual para orientar el objetivo de su respectivo proyecto, así como reconocer la viabilidad y pertinencia que podría tener éste en su intervención; en la mayoría de casos, aunque contaban con algunos datos de la institución de práctica que les permitieron reconocer algunos problemas sociales de impacto en esta, no lograron concretar un diagnóstico socio-educativo con el rigor teórico y metodológico que se requiere.

 

Lo aprendido

En consecuencia, determinar el alcance del proyecto y sus acciones significó un trabajo intenso de acompañamiento y de reflexión por parte de las docentes del curso, enfrentando, además, nuevas formas de interacción con las estudiantes a través de sesiones en línea en diversos espacios virtuales, ante lo cual, más allá de las habilidades para su uso, el reto fue lograr una conexión efectiva con la mayor parte del grupo.

Las estudiantes mostraron la posibilidad de reconocer las condiciones emergentes de la educación y brindaron un valor diferente a la organización de sus equipos de trabajo, a los contenidos de los distintos cursos que tuvieron en el semestre y que, sin duda, fueron de gran apoyo para el diseño de los proyectos, mostraron responsabilidad y compromiso al mantenerse en comunicación entre ellas y con las maestras respectivamente.

Se vivieron diversas emociones entre las compañeras docentes del curso. Nuestras fortalezas fueron la flexibilidad, la escucha, el mantenernos en contacto, contenernos unas a otras, así como la disposición y apertura para el consenso, teniendo presente en todo momento que esta experiencia fuera de aprendizaje significativo para nuestras estudiantes, desde una mirada proyectiva para la continuidad en su proceso formativo, independientemente de las circunstancias.

Fueron horas de reflexión, intercambios, catarsis, toma de decisiones; pero el logro es gratificante, pues consideramos que las estudiantes concluyeron su sexto semestre con la certeza de que el Proyecto de intervención socio-educativa que diseñaron cuenta con el sustento requerido para aplicarse durante el séptimo y octavo semestres en las diversas comunidades educativas donde llevan a cabo sus prácticas profesionales.

Al reanudar labores presenciales en los jardines de niños inferimos que muy probablemente las instituciones estarán trastocadas por la adversidad económica, de salud, y emocional, así como en la adaptación a un entorno rodeado de prácticas y medidas de higiene para mantenernos sanos.

Hay que reconocer que esta pandemia hizo que las diversas problemáticas, previamente identificadas, se matizaran, profundizaran o tomaran más fuerza en la medida en que se sumó una nueva condición, todo ello como parte inherente a la práctica profesional.

Bajo esta perspectiva es que, en las exposiciones de las estudiantes sobre los Proyectos de Intervención Socio-educativa, resaltaron específicamente las investigaciones que se hicieron sobre el problema del SARS-CoV-2 y las propuestas para atenderlo desde la institución de práctica, nos revelaron también una seria preocupación por recuperar la formación de hábitos en los niños, así como su profesionalismo al diseñar las propuestas de mejora con las que buscan tener impacto en la comunidad educativa.

El proyecto de intervención socio-educativa ante el panorama de “la nueva normalidad” se convierte entonces en una herramienta poderosa para desarrollar nuevas competencias y construir nuevos saberes a partir de los ya existentes, a través de la intervención de las futuras docentes en las prácticas profesionales, en el abordaje de temáticas relacionadas con el desarrollo socio-emocional, la promoción de la salud, el auto-cuidado, la práctica en los valores y muchos otros aspectos que brindarán una aportación valiosa a cada uno de los contextos escolares en beneficio de todos los agentes educativos que ahí habitan.

Hoy la educación requiere, como lo expresa la Nueva Escuela Mexicana, contar con profesionales “técnicamente competentes y socialmente comprometidos”; y la ENMJN da cuenta de ello en la medida en que propicia espacios de intercambio, de diálogo y, sobre todo, de escucha entre estudiantes, docentes y autoridades. Todo esto es para nosotras la “normalidad” en tiempos de covid-19.

 

 

PARA CONSULTA

  • Liga de acceso a la grabación del Foro virtual en la carpeta en Drive:

https://drive.google.com/file/d/1QluwdHy_dHp_NLeYcwrzwDnQMMTqtuU5/view?usp=sharing

  • Liga de acceso a la carpeta en Drive: Videos de los PISEs que participaron en el foro virtual:

https://drive.google.com/drive/folders/14G3Mxm33vOEvUO9LIPPZOzASjlST4ibX?usp=sharing

 

VIDEOS DE LAS ESTUDIANTES

 

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=ChSLe3DpgZI?feature=oembed&w=618&h=348]

 

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=PZSjP75oNoE?feature=oembed&w=618&h=348]

 

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=x2fIYoPINig?feature=oembed&w=618&h=464]

 

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=wgD6KZzrGFk?feature=oembed&w=618&h=348]

 

VIDEO DEL PANEL

 

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=cUBFDbdpwqY?feature=oembed&w=618&h=348]




¿Por qué me siento así?

¿Por qué me siento así?

Comprendiendo nuestras emociones en la contingencia

 

Mónica Villafuerte Alcántara

Subdirectora y docente de la ENMJN

Rafael Ramos Sánchez

Docente de la ENMJN

 

 

 

 

En nuestro país, la alerta sanitaria derivada del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad covid 19, se ha convertido desde la mitad de marzo en el tema principal de los medios de comunicación: televisión, radio, impresos y redes sociales. Esta infección, que se ha extendido en el mundo desde diciembre de 2019, convulsionó nuestra cotidianeidad en todos los ámbitos de la vida, de lo individual y lo familiar, a lo social y lo laboral, además de lo educativo, etc., y tanto a niveles locales, como mundiales; por lo que ha sido motivo de preocupaciones y ocupaciones en espacios privados y en escenarios de la intimidad de los hogares e, incluso, dentro de los cuestionamientos internos de cada individuo, así como de sus esperanzas y sus miedos.

Es de este modo que nos encontramos expuestos continuamente a una pandemia cuyos efectos inmediatos a nivel familiar se expresan como una afrenta ante situaciones de salud inesperadas, o bien, ante el temor a la muerte, o el sufrimiento de pérdidas humanas que pueden resultar próximas, así como ante el ajuste eminente en la economía de muchos hogares, la incertidumbre laboral y la idea de un futuro inmediato que se torna incierto al reconocerlo como la “nueva normalidad”, hechos que nos colocan en una circunstancia de vida equivalente a la sensación constante de temor experimentada por una señal de emergencia por algún fenómeno natural o por cualquier otro tipo de alerta que el organismo perciba como una amenaza a su estabilidad y a su equilibrio físico y emocional.

Derivado de esta situación, ¿cómo me explico el hecho de que no pueda concentrarme ni cumplir con mis actividades escolares y productivas?, ¿es entonces algo normal sentirme desubicado(a), desorganizado(a)?, ¿es normal tener poca disposición a levantarme de la cama e iniciar mis actividades cotidianas?, ¿se puede hablar de actividades cotidianas ante la pandemia?

Sin duda, muchas de estas preguntas están presentes en distintos momentos del día, quizás aparecen ante un estímulo, como podría ser una noticia trágica cercana, o ante la necesidad de reorganizar actividades en línea o, simplemente, ante la atmósfera de rareza que ha implicado el hecho de tener que comunicarnos únicamente en la distancia, o de estar la mayor parte del tiempo en una mayor cercanía con los miembros del núcleo familiar.

De frente a circunstancias de este tipo, es claro que nuestro organismo cuenta con la capacidad para adaptarse de manera dinámica a las exigencias de la vida diaria, sin embargo, ocasionalmente resulta inevitable mostrar cansancio. Imaginemos, por ejemplo, que escucháramos la alerta sísmica mañana, tarde y noche, un día sí y otro también, y de ese modo durante muchos días, eso sería en las emociones algo semejante a lo que constituyó el período conocido como la Jornada de Sana Distancia y que justo concluyó el pasado 30 de mayo. Todo esto nos lleva pensar que hemos atestiguado en carne propia la forma en que, poco a poco, se va diluyendo nuestra habilidad de hacer frente a una circunstancia rigurosa y que, además, es el preámbulo de lo desconocido, de eso que ahora es nominado como “la nueva normalidad”. Conviene detenerse un instante en este punto y advertir que lo que estamos viviendo en nuestros círculos, tanto íntimo como social, es comparable a experimentar un estado de amenaza que no cesa.

Partiendo de esto, cabe destacar que el hecho de faltar al cumplimiento de ‘mis deberes’ y atribuirlo a ‘mi incapacidad de concentración’, ‘a la presencia de temores o de recuerdos recurrentes’, ‘a la irritabilidad’, ‘a la incapacidad para disfrutar aquello que tanto me gustaba, como leer o ver series’, ‘a las conductas compulsivas, como el aumento en la ingesta calórica’, ‘al consumo de tabaco y de alcohol’; todo ello es en realidad el resultado de un organismo que se defiende de un estímulo constante que lo somete al desgaste y cuyo efecto desbalancea nuestra capacidad de resolver problemas, es decir, de nuestra propia cognición.

Además, este hecho se expresa también en problemas funcionales, como la dificultad para gestar el sueño o para mantenerlo, la variación en el apetito, la aparición de tensión muscular, entre otras situaciones anómalas. También repercute en el área social y afectiva en tanto que la incertidumbre se alimenta generalmente por el pensamiento catastrófico y por la desconfianza en los demás, por lo cual, no es raro que se manifieste encima de todo en la imposibilidad para mantener lazos familiares armónicos, o estabilidad en la relación de pareja, o bien, con los equipos de trabajo.

Pero regresemos al eje de toda esta inquietud: ‘¿cómo me explico el hecho de que no duerma bien, de que no cumpla con mi deber y que me sienta todo el tiempo preocupado o ansioso?’ La respuesta es simple, y es que todo esto es la natural consecuencia de la situación por la que atravesamos todos en estos momentos, sin lugar a dudas, pero también (y esto es importante) es la suma de todo aquello que nos antecede, es decir, de las condiciones de la sociedad y de nuestra personalidad. Y es que creer que una riña de pareja, o familiar, o amistosa, o de trabajo, ocurren como efecto del SARS-CoV-2, equivaldría a creer que sólo por el hecho de poner música hip hop dominaré sus pasos de baile; esto acaso sea parcialmente correcto, pero, si lo vemos a fondo, tiene que ver sobre todo con la manera en la que ‘yo suelo actuar ante una situación abrumadora’, lo cual significa que ‘depende de mis recursos y de las herramientas que dispongo para afrontar dicha situación’. Completando el ejemplo: si he tenido clases previas de baile, por supuesto que sabré algunos pasos; de lo contrario, tendré al menos que mostrar voluntad para bailar hip hop y mucho que practicar hasta dominar bien su ritmo.

En este sentido, bajo la alerta sanitaria y con el cambio de rumbo en la cotidianidad, se detonan dificultades tanto recientes como remotas. Así es como podemos echar mano de las experiencias que nos han resultado útiles para resolver uno o varios problemas; en suma, ¡podemos hacer uso del repertorio que tenemos para hacerle frente a las circunstancias y a las vicisitudes que vivimos! Ante ello, es preciso que recuerdes algo sumamente importante: ¡te debes paciencia, grandes montos de paciencia! No siempre es posible encontrar las respuestas de la vida en aquello que hemos acumulado, no todo lo que buscamos anida en nuestra interioridad o en síntomas como la irascibilidad, la ansiedad o la incapacidad de disfrute. Por ello, ocasionalmente debemos acudir a la ayuda de especialistas, de otras personas que nos orienten en la búsqueda de nuevos mecanismos, en suma, de otras acciones encaminadas a reducir nuestro malestar. Eso nos acompañará.

Por todo lo anterior, acercamos aquí algunos datos que pueden ser de utilidad para sobrellevar estos momentos, se trata de información encaminada a la búsqueda de apoyo y de orientación psicológica. Busca esta ayuda sin ninguna pena ni dubitación. Todos la necesitamos. Es preciso subrayar que, para que todo esto tenga sentido, habrá que ejercitar nuestra capacidad empática hacia cada persona que se encuentra en nuestro círculo inmediato, yendo de lo familiar a lo comunitario, y cavilar siempre en la situación que experimenta el otro. Esto nos ayudará a trabajar por una buena higiene mental y por una comunidad educativa más sensible y solidaria.

 

INFORMACIÓN DE ACOMPAÑAMIENTO Y AYUDA

 

https://www.fundacionunam.org.mx/unam-al-dia/conoce-la-linea-de-atencion-psicologica-de-la-unam/

https://ibero.mx/prensa/egresados-ofrecen-apoyo-psicologico-gratuito-afectados-de-estres-por-covid

https://tec.mx/es/coronavirus-covid-19/necesito-ayuda

 

 




Mensaje a las estudiantes de la ENMJN

Mensaje a las estudiantes de la ENMJN

18 de mayo de 2020

Alicia Luna Rodríguez

Directora de la ENMJN

 

 

 

Estimadas Estudiantes
de la Escuela Nacional
para Maestras de Jardines de Niños:

Espero que se encuentren bien de salud al igual que toda su familia. Es un momento difícil por el que estamos pasando todos. Me es grato comunicarme con ustedes en esta ocasión, y reconocer que juntos estamos enfrentando la emergencia sanitaria por la Covid-19. Es importante que sepan que contamos en la ENMJN con un plan emergente de acción institucional, el cual ha permitido organizar y desarrollar el trabajo a distancia, para que los procesos académicos y administrativos continúen.

  • Una de las acciones ha sido establecer comunicación con toda la comunidad educativa a través de distintos medios. Por ejemplo:

  • hemos realizado videoconferencias con el equipo directivo, con responsables de distintos programas institucionales y con jefas de grupo, por separado.

  • Se elaboraron carteles y comunicados para docentes, personal administrativo y de apoyo a la educación, y para estudiantes.

  • Además, con frecuencia se llevan a cabo reuniones virtuales de autoridades y de responsables de los distintos programas institucionales, junto con los equipos de gestión de la DGENAM, para mantener activos todos los procesos académicos y administrativos del personal y de las estudiantes, con el fin de asegurar la atención a sus necesidades formativas.

  • Se produjeron videos de distinta índole, en unos de ellos con la participación de algunas estudiantes, para recordar que estamos juntos y que seguimos trabajando en bien de su formación. Recuerden que siempre han sido ustedes nuestra prioridad y en este momento no es la excepción.

Queremos enfrentar esta contingencia sanitaria de la mejor manera, con todos los cuidados que nos recomiendan los especialistas, porque la meta es estar nuevamente en la institución, para seguir haciendo realidad el sueño de nuestra escuela: formar a las mejores Licenciadas en Educación Preescolar.

Se lleva a cabo el seguimiento de las tareas académicas que realiza el personal docente y se revisan los avances de todas ustedes, y se toma nota de las dificultades que presentan algunas alumnas, para llevar a cabo las actividades académicas en las condiciones actuales y enfrentar los retos que la emergencia sanitaria nos exige. La información que obtuvimos de su participación a través del instrumento que el Programa Institucional de Tutoría diseñó y aplicó, nos ayudó a valorar la realidad que viven muchas de ustedes y a diseñar estrategias de apoyo conforme a los resultados que arrojó la consulta. Esta información es útil para el momento actual y para cuando regresemos a la nueva normalidad.

Reconocemos el esfuerzo que hasta ahora han realizado los maestros y las estudiantes para dar continuidad a las actividades curriculares de una manera que no se tenían planeadas, a distancia. Por este medio expreso mi reconocimiento para todas ustedes y para el equipo de docentes que las ha acompañado de manera más directa. Aprecio su entereza, dedicación y pasión por la formación docente. Estoy segura de que este periodo tendrá un significado positivo en sus vidas y en su desempeño profesional.

Quiero decirles a todas que estamos atentos, equipo directivo y personal docente, para hacer que no se detengan en su trayecto formativo. Comenten con nosotros cualquier dificultad adicional que enfrenten en este momento, juntos encontraremos las soluciones pertinentes en lo académico. La situación actual es compleja, confíen en que seremos capaces de generar las estrategias adecuadas según las necesidades que presenten los distintos grupos de estudiantes.

El presente comunicado tiene la intención de reiterarles que estamos atentos a su proceso académico y tenemos el firme propósito de apoyar, en la medida de lo posible, para que ustedes puedan continuar su trayecto en la ENMJN. En lo personal, les comento que estoy atenta a cualquier situación que se presente, y que pronto estaremos informando sobre las medidas que se tomarán para el regreso a las actividades en la institución.

El firme propósito es hacer que ustedes culminen satisfactoriamente el ciclo escolar, con el aprendizaje de los aspectos prioritarios de cada curso, para lo cual se seleccionaron, en reuniones virtuales de sus maestros, los contenidos de estudio que se consideraron relevantes. En caso de que las dificultades lleven a alguna de ustedes a reconsiderar su permanencia en la institución, les pido que se acerquen a nosotros por los medios disponibles para dialogar y poder orientar sobre las posibles alternativas de solución. Al respecto les ofrecemos los siguientes correos electrónicos para estar en contacto sobre este particular:

Dirección (dirección.enmjn@aefcm.gob.mx)

Subdirección Académica subacademica@aefcm.gob.mx)

y Área de Docencia (docencia.enmjn@aefcm.gob.mx)

Extrañamos su presencia. El trabajo formativo es más rico y satisfactorio cuando entre todos tejemos una fina red de relaciones y de esperanzas. Tenemos confianza en que pronto superaremos esta condición de separación física y volveremos a encontrarnos con el gusto y la emoción de siempre.

Les mando un cordial y muy caluroso saludo. Las invito a que mantengan el cuidado de sus personas y de sus seres queridos, apliquen siempre las medidas que recomiendan las autoridades de salud.

Sinceramente:

ALICIA LUNA RODRIGUEZ

Directora de la ENMJN

 

 




La práctica docente en tiempos de pandemia

La práctica docente en tiempos de pandemia

Retos y oportunidades

María Guadalupe Quintero Zarza

docente de la ENMJN

 

 

 

La práctica docente de 8º semestre de la Licenciatura en Educación Preescolar se ha caracterizado, a lo largo de los últimos planes de estudio, por ser el eje fundamental en el cual se evalúan las competencias profesionales de la futura educadora, quien se enfrentará en el corto plazo a las condiciones sociales e implicaciones pedagógicas del trabajo con niños pequeños. En este sentido, la intervención vista como un “proceso organizado, integral y articulado que contempla propósitos y estrategias pedagógicas que los estudiantes han de realizar en el ambiente de los Jardines de Niños, permite reconocer la complejidad en la construcción inicial de los saberes profesionales”. (Maya, Olga,p14)

Docente María Guadalupe Quintero

Los jardines de niños son, por lo menos hasta el momento, el espacio donde las docentes en formación tienen la oportunidad de trabajar con infantes e ir otorgando significado a los aprendizajes que el currículum les ofrece en cada uno de los cursos asignados y según el semestre que esté cursando, en este sentido, los diferentes maestros formadores que asistimos los trayectos que conforman la práctica, podemos acompañar a las estudiantes para verificar cómo es que ellas van entendiendo dicha complejidad de interacción en las instituciones con los diferentes agentes educativos, con los padres de familia, con los recursos didácticos y, en efecto, cómo las estudiantes van aprendiendo a poner en juego todos los contenidos que han tenido la oportunidad de conocer para el diseño de una serie de estrategias de enseñanza que les den la oportunidad de que los niños, a su cargo, tengan aprendizajes que favorezcan indudablemente al desarrollo de sus capacidades como seres humanos.

El acompañamiento se convierte entonces en una de las actividades primordiales del trayecto de práctica docente que da la pauta al maestro formador para verificar hasta dónde la estudiante es capaz de demostrar, cada vez más, que está preparada para atender los grupos de educación preescolar, lo que ahora en tiempos de coronavirus y en el momento que nuestros estudiantes se encuentran en 8º semestre, llevando a cabo su servicio social, se vuelve un acto aún más complejo de entender y de reconocer cómo este confinamiento no da la pauta para que el estudiante termine su trabajo frente a grupo.

La pregunta es: ¿cómo evaluar las competencias profesionales? Sobre todo, cuando este asunto se centra en el último momento de la formación inicial. Entonces, ¿cómo poder acompañar a la docente en formación a repensar el hecho de llegar a los niños hasta sus hogares para que éstos sigan siendo atendidos por ellas?, porque, independientemente de que ante la contingencia pudiera pensarse que las educadoras titulares se quedan de los grupos a cargo de los grupos, no podemos dejar de lado la situación de que nuestras estudiantes estaban también aprendiendo, estaban demostrando, estaban reflexionando, estaban reconstruyendo, y no sería lo más adecuado hacerse simplemente a un lado de la situación real que nos aqueja; pues el proceso formativo no se detiene, al contrario, nos coloca en el reto de pensar: ¿cómo le vamos a hacer ahora?

Es evidente que la crisis social que enfrentamos nos implica miedos y dudas, pero, sobre todo, nos implica generar propuestas que no deben quedarse en meras ideas, sino que sean operables y que lleven a resultados, en nuestro caso, como docentes formadores de estudiantes del 8º semestre, a tener claridad sobre las bases bajo las cuales tomaremos la decisión de si las docentes en formación a nuestro cargo van demostrando, o no, las competencias para ser evaluadas satisfactoriamente. ¿Será entonces suficiente quedarnos con la evaluación de los Proyectos Educativos, aun cuando no se hayan operado por completo y aun cuando se hayan quedado en el clímax de la intervención, del proceso, para poder valorar su trascendencia y aportaciones a las condiciones reales de las instituciones preescolares arrojadas por un diagnóstico?, o bien, de lo contrario tendríamos que arribar a un enfoque de innovación que nos permita arriesgarnos a orientar a las estudiantes sobre la reflexión del uso de la tecnología para seguir en su práctica y tener experiencias que, aunque no sean presenciales, les den la pauta para llevar aprendizajes a los niños hasta sus hogares.

Ya, en varias discusiones académicas, se ha hablado sobre la idea de si lo que entendemos formalmente por educación ocurre sólo en la escuela, o se puede ampliar además al campo de la familia, del hogar, del contexto social, etc.. y la mayoría de las teorías nos invita a considerar la escuela y los ambientes de aprendizaje más allá de las aulas, poniendo el énfasis en la trascendencia que tienen los padres y las madres o los cuidadores en el aprendizaje de los hijos; por lo tanto, y retomando que una de las competencias profesionales que debe desarrollar la futura educadora refiere al uso y dominio de la tecnología para diseñar ambientes de aprendizaje, es que vale la pena afrontar la realidad en la que nos coloca el COVID19.

Podríamos no estar preocupados del todo, porque una práctica común entre docentes formadores es justo hablar de que somos usuarios de la tecnología cotidianamente en nuestro trabajo pedagógico: usamos internet, enviamos correos electrónicos y recibimos tareas a través de este medio, unos hemos incursionado en el uso de alguna plataforma que nos permite compartir documentos y retroalimentar con los equipos a la distancia, se han dado asimismo clases o cursos virtuales para atender los contenidos, etc. Sin embargo, en lo personal, como docente formadora, ahora me he enfrentado ante la reflexión de si esas acciones son justamente lo que implica el uso y el dominio de la tecnología en el diseño de ambientes de aprendizaje. En la práctica situada y en la coyuntura de esta situación de la sana distancia, me doy cuenta de que hemos de adentrarnos con mayor responsabilidad y entereza a conocer y a participar del uso de nuevos y variados elementos que nos ofrece la tecnología como medio para lograr nuestro fin, que implica no desatender la formación en un momento tan crucial como el 8º semestre, sobre todo, advirtiendo el énfasis académico que se debe orientar en éste. Con lo cual, subrayo que también el medio tecnológico es un fin.

En esta pandemia he tenido la oportunidad de comunicarme con las estudiantes a través de la plataforma virtual Zoom, la cual nos ha permitido compartir y reflexionar sobre las competencias que dejamos pendientes en relación al diseño de los Proyectos Educativos, sin embargo, en la idea de ir más allá y recordando a Carbonell cuando habla de verdaderos cambios en el proceso educativo, y avanzar poco a poco a una transformación en la práctica docente, es que hemos considerado una propuesta que nos dé la pauta de seguir trabajando la intervención docente, ya no situada en el aula, pero sí a la distancia, con el apoyo de los padres de familia, involucrando para ello la gestión con las educadoras y las directoras de los jardines de niños. Ello puede consistir en el diseño de situaciones de aprendizaje que atiendan a los diferentes campos formativos y que den la oportunidad a los niños en este confinamiento de mirar a sus docentes en formación a través de un celular, de una computadora o de la televisión, dirigiendo una serie de juegos y actividades diseñadas de manera minuciosa y con la idea de que en casa se vivan experiencias significativas con las que los pequeños consigan seguir aprendiendo.

Docente María Guadalupe Quintero en sesión de trabajo con sus estudiantes de la ENMJN

Esto ha sido sin duda un primer paso importante; no obstante, me gustaría hacer una reflexión más, de manera honesta y como docente formadora: cuando iniciamos esta propuesta, la idea se cerraba al diseño de una situación de aprendizaje que respondiera a los contenidos curriculares preestablecidos, por lo tanto, las actividades diseñadas por las docentes en formación se cerraron a ser alineadas al trabajo convencional con materiales muy escolarizados que favorecieran básicamente el pensamiento matemático, así como el lenguaje, la comunicación del niño y la escritura solicitada de tareas en casa. Pero, lo que menos estaban invitando al niño era justamente a vivir la condición real del hacinamiento y, mucho menos, a atender intereses fundamentales, como el juego, la experimentación, la observación, el trabajo con textos, el movimiento, etc.; aunado a la dificultad, no propiamente del uso del recurso, (aunque ese es un tema que nos merece otro escrito), sino a la falta de habilidades para utilizar la voz, el cuerpo, los materiales de casa, el lenguaje y el vocabulario, la expresión corporal, etc., para transmitir verdaderamente el gusto por vivir las propuestas y así aprender de forma significativa.

De manera colaborativa, como lo mencioné, todo el grupo nos dimos a la tarea de analizar dichas propuestas y juntas hemos realizado varias acotaciones que nos ayuden a mejorar las situaciones de aprendizaje antes de hacerlas llegar a los niños. Así, las dificultades reconocidas y afrontadas paulatinamente han mejorado el trabajo; destaco aquí la valiosa actitud y el compromiso de parte de las docentes en formación quienes, a pesar de sus propias limitaciones, han tenido la mente abierta para escuchar, estudiar, rehacer, replantear y ejercitar sus diseños las veces que son necesarias, de tal manera que sean dignas de hacer llegar a los hogares de sus niños que, desafortunadamente, se quedaron a la espera de verlas de nuevo en su regreso a la práctica.

Pero, obviamente, esto no lo hemos hecho solas, tanto las estudiantes como yo y, por supuesto, mi compañera bina, hemos tenido que seguir aprendiendo acercándonos a lo que nos sugieren los expertos, re-significando la concepción primordial de lo que nos toca favorecer en el desarrollo del niño en esta etapa de su vida; centrando nuestras propuestas de aprovechar la condición de la cuarentena domiciliaria para aprender y favorecer competencias que garanticen resolver los problemas de la vida cotidiana, tal como lo menciona Francesco Tonucci, quien nos invita a los pedagogos y maestros a no perder de vista que el hogar, en sí mismo, ofrece una serie de situaciones que pueden aprovecharse para que los niños aprendan; por lo que no es necesario querer enviar a los niños tareas que implican escolarizar los hogares. Valernos de actividades tan sencillas como doblar ropa, abotonar camisas, ayudar en los quehaceres de la cocina, limpiar la casa, hablar de la vida de los integrantes de la familia, mirar fotografías, darles significado a los objetos que hay en casa, cantar canciones de la historia de los abuelos, etc.; todo eso nos ha llevado a pensar que no sabemos cuándo, pero nos gana de pronto pensar que si el niño no lee ni cuenta, ni escribe de modo convencional, quiere decir entonces que no está aprendiendo.

Me ha resultado significativo reconocer que en estos esfuerzos por sacudir las ideas y clarificar las concepciones, las estudiantes de 8º han aprendido mucho, han valorado sus aprendizajes previos y, sobre todo, han hecho un esfuerzo por ir más allá, haciendo maravillas sólo con los elementos disponibles, como siempre; porque, en efecto, como lo dice Sylvia Schmelkes, brechas hay muchas y tal vez cada vez son más grandes, pero no podemos quedarnos esperando, y el acto de querer hacer, de aprender para llegar a ser, ha sido un motivo, tanto para las estudiantes como para mí, en esta aventura maravillosa de ser educadoras.

Gratamente, las reflexiones que me llevan a tener las diferentes aportaciones de estos especialistas me colocan en la posibilidad de acompañar de mejor manera a las estudiantes que se están formando para que las propuestas diseñadas para llegar a los hogares de los niños devengan verdaderamente un aprendizaje real. Ha sido muy importante considerar que no es necesario apegarse al currículum (prescrito con actividades mecanizadas o convencionales sobre lo que se ha entendido a lo largo de la historia del deber ser didáctico) para que el niño aprenda, y que se puede regresar a las actividades de alta complejidad vividas en la casa de manera cotidiana, que resultan muy significativas para los niños por el trasfondo socio afectivo que tienen y por la relación de su espacio de vida.

https://www.aprendeencasa.mx/aprende-en-casa/

Es momento de repensar el acompañamiento y de no pedir tareas sólo como garantías de entrega de productos contra la calificación de las estudiantes, sino más bien, es momento de invitarlas y de motivarlas a pensar en las estrategias y en las situaciones de aprendizaje que, a la distancia y aun desde su propia casa, pueden ofrecer a sus niños; porque si algo hay cierto es que la práctica sigue, que el semestre no se ha terminado y que los niños lo merecen; sólo así entiendo que podemos valorar hasta dónde nuestras estudiantes ponen en juego, ante esta crisis, el uso y el dominio de los diferentes contenidos que aprendieron en su formación inicial y con los que ahora se les dará la oportunidad de diseñar y enfrentar situaciones reales, en una enseñanza situada.

Así que estamos en eso, y no, no es fácil, porque nuestra idea del trabajo con la tecnología estaba bastante cerrada y hoy nos damos cuenta de que el recurso tecnológico no se queda sólo en pensarlo sólo como medio, sino que también es, como lo mencioné atrás, una finalidad.

Estoy segura de que los docentes formadores asumimos el reto de orientar a nuestras estudiantes a afrontar esta crisis para sacar lo mejor de ellas, así como lo mejor de los otros docentes que las acompañan en el diseño con la retroalimentación de sus ideas y, por supuesto, en la formación continua que cristaliza la idea de que las crisis sirven para crecer, para mejorar, para trascender, para transformar y, saber que, una vez acabado el problema del COVID-19, no volveremos a ser los mismos, pues tendremos que haber desarrollado otras habilidades como personas y también como profesionales, lo cual nos dará una mirada diferente sobre lo que significa la escuela, la enseñanza, el aprendizaje, y, sobre todo, los niños.

 

 




Mensaje a toda nuestra comunidad ENMJN

Mensaje a toda nuestra comunidad

ENMJN

Equipo Directivo de la Escuela Nacional para Maestras de Jardines de Niños

LUNES 20 DE ABRIL DE 2020

 

 

 

 

 




Educación y familia en tiempos de cuarentena

Educación y familia en tiempos de cuarentena

Consuelo Chávez Durán

docente de la ENMJN

 

 

 

¿Quién me ha robado el mes de abril?

Lo guardaba en un cajón

donde guardo el corazón.

¿Cómo pudo, sucederme a mí?

Joaquín Sabina

 

En estos días en que la humanidad ha tenido que dar un vuelco total en su forma de vivir y entrar todos en cuarentena, es necesario detenernos a reflexionar la manera en que estamos enfrentando esta situación. Es así que pasamos de una vida un tanto rutinaria, pero bien establecida con patrones de conducta más o menos regulares, a enfrentarnos a un alto total forzoso en pro del cuidado de nuestra salud, de nuestra propia vida e, incluso, por el bien general de la humanidad.

En este momento en el que no importa si eres niño, joven, adulto, o si estudias en preescolar o eres un alto funcionario de gobierno, compartes una misma fragilidad ante la pandemia que todos tenemos enfrente. Tal vez hace apenas algunos meses veíamos este problema como algo ajeno a nosotros y ocurrida en un país muy, muy lejano. Ahora tenemos la amenaza en nuestro país, nuestra ciudad, en nuestra calle o en nuestra casa. Es por ello que vale la pena hacer algunas reflexiones en torno a lo que, metafóricamente, se mira o se oye a través de la ventana… ya veces de manera literal, más allá de toda metáfora.

Ante la llegada de la pandemia de COVID-19, la familia y la escuela como instituciones sociales tuvieron un fuerte impacto en su función educativa. De un momento a otro, la decisión de parar las actividades en México implicó incertidumbre y búsqueda de alternativas para tratar de continuar con la vida como la conocíamos.

En la escuela se consideró la posibilidad de clases en línea como solución mediática para no perder el Ciclo escolar, el semestre, el trimestre, etc. No obstante, pronto nos enfrentamos a la dura realidad mexicana en la que no todos los alumnos tienen internet en casa: familias donde los niños sólo acceden a internet por medio del teléfono celular de sus padres o lo tienen que compartir entre varios hermanos. Además, ante una falta de comprensión lectora y de disciplina para seguir instrucciones, se dificulta más la comunicación y, por ello, las presuntas lecciones en línea. Por otra parte, muchos docentes asimismo no tienen un muy buen manejo de las TIC y se ven en aprietos ante la exigencia de evidencias y de seguimiento de trabajo en casa. En algunas escuelas se enviaron videos, en otras, listas interminables de situaciones a trabajar, sin pensar que los niños también están viviendo una ruptura de su estabilidad emocional y familiar ante la pandemia. Entonces se trató de llevar los mismos contenidos educativos de los planes de estudio a los padres de familia, para que ellos realizaran actividades con los niños y enviaran evidencia de cada uno de los aprendizajes esperados que se pretendían…

¿Qué perdemos y qué ganamos? Si bien para las escuelas todo esto fue realmente un momento improvisado de caos; se trataba de una situación que ya se veía venir, en el sentido de que la pandemia avanzaba rápidamente; pero, por otro lado, en el sentido de que los modelos educativos están empezando a resultar obsoletos para el acelerado cambio de las sociedades. Se había querido poner un modelo educativo tradicional y escolarizado encima de un modelo de educación a distancia que, aunque no es nuevo, está muy lejos de ser funcional en la actualidad y no siempre adecuado a todos los niveles educativos. Ante esto, las diferencias entre los estratos sociales no tardaron en hacerse evidentes y la escuela pública pronto dejó ver sus carencias. En este momento de crisis está faltando reconocer los procesos de los alumnos, tanto emocionales como intelectuales; existe la necesidad de reconocer que el aprendizaje no se da de esa manera, que no aflora en solitario, ni obligado ante la exigencia de cumplir y entregar evidencias. Como educadores tenemos pues que replantearnos los objetivos educativos y reconocer que no se trata de perder o de recuperar el Ciclo escolar, sino de ser mejores como humanidad, de promover aprendizajes para la vida, de recuperar los valores universales que, a fin de cuentas, siguen siendo lo más valioso para nuestros estudiantes y para la sociedad.

De igual forma, la familia también tuvo que detener su vertiginosa rutina y verse compartiendo un espacio único. Algunas familias vieron esta pausa como una oportunidad para la convivencia y otras, desde el primer día, tomaron esto como un encierro o un cautiverio, como algo intolerable, o bien, como un sacrificio. Además, de que los padres “tuvieron” que asumir el rol de educadores de sus hijos. Pero entonces… ¿cuál había sido la función original de la familia?

La queja constante de algunas madres y padres de familia ante los deberes escolares, más que una oportunidad de reencuentro con sus hijos, ha consistido en un conflicto constante por no tener los recursos pedagógicos para promover aprendizajes en ellos. Es una batalla diaria ante las interminables listas de requisitos que la escuela solicita. Y, no conformes con todo el estrés que negaran las noticias y las redes sociales ante la crisis de salud, además, ¡hay que enviar evidencias a la maestra!… Hay que tomar la mejor fotografía de sus hijos haciendo la poco significativa tarea, fotografiar sus apuntes o enviar síntesis o resúmenes por correo o WhatsApp.

De un momento a otro estamos todos juntos en casa, “obligados” a convivir largas horas, tal vez como nunca lo habíamos hecho en nuestras vidas; concepto de ‘encierro’ que a veces los medios de comunicación nos han hecho ver como negativo y sinónimo de sufrimiento, para lo cual su entretenimiento es la respuesta. Si bien en este periodo los momentos parecen transcurrir más lentos, al fin se terminaron las prisas y el anhelado tiempo sale sobrando. Bajo este contexto es cuando los que estudiamos las ciencias sociales reflexionamos hacia la pregunta esencial: ¿cuál es la función social de la familia? Muchas de las familias se han olvidado de divertirse entre ellos, de reír, de jugar entre todos. No viven el aprendizaje en colectivo, sino cada uno en lo individual, olvidan que juntos siempre aprendemos y el arte de conversar es ya poco practicado. Pero, ¿no es aquí donde se deberían vivir los valores, donde se tejen los recuerdos y las tradiciones?

Hoy tenemos la oportunidad de recuperar el amor y comunicación en familia, de recuperar nuestra identidad. No quiero decir que todas las familias puedan ser sólo un modelo; sabemos que, en muchas de ellas, en estos momentos es cuando más se gesta la violencia, el abuso y el maltrato; pero no podemos dejar de aspirar a recuperar y reconstruir la esencia social y lo positivo de cada familia.

Este periodo de cuarentena puede ser toda una oportunidad, hay que planear cosas divertidas, poner horarios, hacer todo para recuperar nuestra estructura mental que habíamos tenido antes de esta crisis. Claro que no hay que ser rígidos si las costumbres se modifican; sólo hay que ser creativos, tanto los adultos como los niños podemos jugar, disfrazarnos, cantar, pintar, bailar, inventar, hacer ejercicio. Escribir en la memoria infantil un grato recuerdo. De igual forma podemos elaborar listados de necesidades individuales, conocer más acerca de la niñez de los padres y los abuelos, ver con atención fotografías familiares, llamarnos por teléfono con los que no están cerca y escucharnos los unos a los otros. Y, si no hay muchos miembros en la familia, podemos disfrutar a nuestras mascotas, escribir cartas a los vecinos, incluso estando a solas, etc.

¿Qué perdemos y qué ganamos? La necesidad no está en lo meramente educativo, sino en la mejor manera de enfrentar tiempos difíciles, de reconocer nuestras fortalezas y de trabajar ante nuestras oportunidades para seguir creciendo como personas en un tiempo difícil. No podemos hacer lo mismo que antes, ahora son tiempos diferentes, hay que acompañarnos en nuestros temores, sin importar nuestra edad y cada uno reencontrar poco a poco su rol. No preocuparnos, pero sí ocuparnos; apoyar al miembro que más lo necesita y sentar las bases para la mutua comunicación. Lo meramente educativo no es la prioridad en la vida de los niños, pero sí lo es su familia sin importar la composición de esta; eso es importante además del sustento diario y de su salud mental.

En conclusión, si bien al parecer no habrá un regreso a la completa normalidad mientras no haya un tratamiento o una vacuna, sí tendremos una nueva perspectiva de ver la vida. Habrá una renovada mirada hacia lo que es realmente importante, como la familia y los avances científicos, en los que hoy los héroes se visten de blanco y no de ficción, donde las fronteras no son nada, si no nos volvemos una misma persona con el entorno. La escuela tiene que renovarse y ser futurista, porque no todo lo que se aprende está en las aulas y no todo lo realmente importante es el aprendizaje, ni sus evidencias. Tenemos que recordar que muchos niños después de esta cuarentena podrían no volver a reír.

Estamos frente a una nueva generación que nace este mes de abril; y una ‘nueva’ generación de personas quienes tenemos mucho que aprender de esta situación y de otras que pueden venir y que, así como ocurre con los acontecimientos desatados a raíz de los sismos, hay que replantear nuestra vida hacia el futuro, hacia nuestra solidaridad, sabiendo que nadie puede subsistir si no es en sociedad.