La Vida Cotidiana del Niño
La Vida Cotidiana del Niño
Lo vivido día con día también es Historia
Alondra Itzel Barrón Olvera
Guadalupe Beatriz Guevara Montes
Karla Edith Maqueda Rivera
estudiantes de la ENMJN
Alberto Armando Ponce Cortés
docente de la ENMJN y coordinador del proyecto
NOTA: El presente artículo con sus respectivas imágenes es publicado bajo el consentimiento de los padres del niño (Salvador) sobre el que tratan las presentes reflexiones, cuyo propósito es meramente académico y cultural.
Estas líneas presentan la historia de la vida cotidiana del niño a través de fuentes primarias como la fotografía y la fuente oral, principales elementos de nuestra investigación, por las que accedemos a un conocimiento profundo de los procesos socio-históricos y culturales. Así mismo, hacemos uso de las fuentes secundarias pertenecientes a la corriente de la Nueva Historia, que nos permite retomar los sujetos sociales antes “invisibles” para la historiografía convencional y dominante, y poder abordar algunos aspectos de la vida cotidiana a partir de datos recabados con los que nos dirigimos hacia las representaciones que la sociedad ha generado en torno al concepto de niño, además de los cambios que los adultos emplean para introducirlas a un mundo que antecede a la práctica social relacionada con la infancia ante un determinado contexto. Para ello se desplegaron nuevas miradas críticas sobre varias fuentes.
A través de la fotografía indagamos la historia de la vida cotidiana del niño Santiago Luna Díaz, de 4 años de edad, sujeto de este estudio y de quien identificamos algunos aspectos cambiantes y otros que han continuado a partir del pasado de la historia en su vida cotidiana, y que podrían permanecer en nuestra actualidad y, sobre todo, en su vida. Tomamos en cuenta la importancia que se le da hoy en día a los cuidados prenatales desde la conciencia que surge a partir de la concepción, debido a que actualmente ya se le otorga importancia al nuevo ser humano que viene en camino, tomando como aspectos relevantes la alimentación con base a las necesidades y cuidados pertinentes, la vestimenta, la atención que se le ha brindado como parte de la familia y los diversos espacios donde gran parte de las actividades cotidianas tiene lugar y donde al mismo tiempo se le brinda a Santiago la oportunidad de desarrollarse en diferentes ámbitos para fomentar su desarrollo integral como persona. Con ello, podremos observar y reflexionar acerca de cómo influye esto en nuestros niños.
Vida cotidiana
Conocer la vida cotidiana es de gran utilidad para comprender desde las sociedades pasadas hasta las presentes. En el primer caso, se ha logrado reconstruir numerosos escenarios cotidianos del pasado a través de la Historia, que nos permiten entender causas y motivaciones de algunos acontecimientos que aún permanecen en la actualidad y nos permiten identificar personas de una comunidad en su conjunto, pertenecientes a una época o lugar, a una determinada categoría social y sus condiciones de vida. En realidad, la cotidianidad, de la que todos somos protagonistas, transcurre de forma paralela a acontecimientos irrepetibles de carácter público y de trascendencia general, que en ocasiones recibe el impacto de los cambios y, recíprocamente, puede propiciarlos o retardarlos, pero existe con sus características propias independientemente de la situación en la que se desarrolle.
La historia de la vida cotidiana se refiere a la evolución de las formas culturales creadas por los hombres en sociedad para satisfacer sus necesidades materiales, afectivas y espirituales. Sin embargo, ninguna persona vive en las mismas condiciones de manera homogénea, por lo que la satisfacción de tales necesidades depende de fuerzas naturales como el clima, las estaciones del año, el paso del día a la noche, las edades del humano, la situación geográfica y el ambiente físico natural. Incluso en una misma época y en lugares cercanos, la vida rural y la urbana marcan importantes diferencias.[1]
Algunas de las actividades materiales cotidianas son las que responden a necesidades fisiológicas y psicológicas; por eso se integran a la historia de la vida cotidiana los estudios sobre la cultura material (casa, vestido y alimento), la sexualidad, la enfermedad y la muerte.[2] Otro aspecto importante son los espacios donde gran parte de las actividades cotidianas tiene lugar, sean: en la calle, en el trabajo, escuela o en lugares de esparcimiento, así como las rutinas, las celebraciones, íntimas o populares, la escuela, los viajes, las relaciones familiares, etc.
En relación a la vida cotidiana, cabe mencionar que esta puede ser pública o privada; es privada en cuanto afecta a los individuos en su vida particular, pero también puede considerarse pública puesto que se rige por principios aprobados por grupos sociales cuyas opiniones y prejuicios se convierten en normas de un determinado contexto o tiempo histórico; puede llegar a ser tradicional ya que se establece mediante la repetición de rutinas y porque se sustenta sobre principios de orden.[3]
Con referencia a la historia de la vida cotidiana, Pablo Escalante (2004) hace mención de que, pese a que parecería irrelevante por su misma espontánea repetición, lo cotidiano es precisamente lo que define con mayor precisión un modo de vida, una actitud ante los acontecimientos y una práctica de costumbres cuya justificación no nos hemos detenido a investigar. No consideramos importantes estas prácticas de rutinas que vivimos día con día debido a que las concebimos como obvias y evidentes, lo cual trae consigo que no se les preste atención y no las observemos como relevantes, lo que denota que las tornemos invisibles, cuando en realidad son aspectos de suma importancia que no solo determinan modos de vida, sino de actuación, de pensamiento, de práctica; y, lo más importante, no nos consideramos como los protagonistas que forman parte de la historia de la vida cotidiana.[4]
El uso de las fotografías
La fotografía es uno de los principales medios que no sólo debe considerarse una representación visual de la realidad, sino también implica tomar en cuenta el contexto político-social en que se desarrolló y su grado de avance tecnológico. Hace algunas décadas la fotografía avanzó a un lugar significante porque respondía a intereses y necesidades políticas, económicas y culturales.[5] En el caso de México la fotografía, en el siglo XIX, tuvo un gran éxito a partir de las llamadas tarjetas de visita y “retratos” que permitían conocer la manera en que se veía a ciertas clases sociales, con un determinado poder político y económico y, sobre todo, que proyectaban una imagen a difundir entre las demás clases.
En el caso de los niños, las tarjetas de visita mostraban una representación del niño sin personalidad propia y se adaptaban a reglas convencionales donde se les imponía los gestos que debían hacer y las posturas a realizar, las cuales eran parecidas a las de un adulto. Más que infantes, ahí podrían considerarse “adultos pequeños”, pues dichas fotografías no atribuían alguna característica de la niñez (imagen 1). Charles Darwin consideraba que las gesticulaciones infantiles resultaban de gran importancia, en la medida de que los niños son más espontáneos que los adultos y no controlan sus gestos ni movimientos y se guían con base a sus instintos.[6]
A diferencia del uso que se daba años atrás a las fotografías, en la actualidad podemos observar, a partir de las fotos de Santiago, que ya no se pretende que el niño demuestre una idealización, sino que se dé de manera natural y sea a partir de su propia personalidad e identidad se realice la toma para que, de esta manera, trasmita sus emociones, personalidad y realidad a partir de ella. Así ocurre en el ejemplo donde se puede observar a Santiago de 9 meses: se encuentra sonriendo de forma muy natural y feliz, en ese momento lo sostiene su papá y están en su hogar cerca del árbol de navidad. De esa foto la madre del niño comenta que sólo por el hecho de escuchar su voz, Santiago se emocionaba mucho y se reía con ella, consideramos que era una forma de comunicarse con su mamá. (Imagen 2).
En la siguiente fotografía, se puede observar a Santiago jugando a “las luchitas”, su papá nos comentaba que es uno de los juegos que aún hace, sin llegar a la agresión; sólo como un recreo que tiene con ellos (Imagen 3). La última fotografía nos permite observar a un niño que se encuentra muy feliz en compañía de su hermano en Toluca. Esta foto nos permite observar más acerca de la realidad del contexto familiar de la vida de Santiago, ya que él visita seguido este lugar. Los papás comentaron que parte de su familia vive allá, y procuraban visitarlos seguido, sobre todo, durante el periodo vacacional.
¿Quién es Santiago Luna Díaz?
Santiago es un niño nacido el 19 de marzo de 2014, en el Hospital General de la Ciudad de México, él y su familia conformada por su mamá Karina Díaz, su papá Ricardo Luna y su hermano Emiliano Luna Díaz, viven sobre avenida Eje Central y Viaducto, en un departamento de la Colonia Álamos, Su hogar cuenta con las condiciones necesarias y los servicios de luz, gas, electricidad, y servicios extra como equipo de televisión de paga e internet.
En la siguiente imagen se puede observar a la madre de Santiago embarazada de 8 meses y a punto de dar a luz, se encuentra en una de las habitaciones de su hogar y está acompañada por su mascota Rockie, la cual ha permanecido en la familia desde el año 2012, (Imagen 4).
Una de las primeras fotografías que compartió la madre de Santiago fue precisamente ésta del periodo de gestación, ya que para ella ha sido una de las etapas más importantes de su vida. Durante este periodo tomó la decisión de cuidar desde su propia alimentación, hasta las actividades para salvaguardar y proteger la vida de su futuro hijo. Por su parte, el padre de Santiago apoyó completamente a la madre durante toda esta etapa y aceptó cualquier opinión que ella propusiera: desde los cuidados de su embarazo, la forma de dar a luz, hasta el nombre de su primogénito (a diferencia de tiempos pasados en que los recién nacidos eran aceptados en sociedad en virtud de una decisión del padre de familia).[7] Afortunadamente en la actualidad la mujer tiene hoy más derechos en cuestión de las decisiones que toma sobre su propia vida, aunque se encuentre casada, o no, y ya no depende sólo de una figura masculina para poder ejercer sus propios criterios.
En el siglo XIX, el concepto de ‘mujer’ no era tan valorado; por ejemplo, en el periodo colonial, a la mujer difícilmente se la consideró como un ser humano que podía razonar y gobernar su vida por sí misma; tenía sumisión absoluta hacia al hombre: la predestinación al matrimonio, la permanencia en el hogar, el cuidado de los hijos, etc. Sin embargo, a pesar de los cambios en las estructuras políticas, ideológicas, económicas y sociales, no vivió del todo un cambio en el ámbito personal, pues sus sentimientos, pensamientos y opiniones quedaron callados y omitidos por la mayoría de los hombres y de la sociedad de dicho siglo[8]. En el caso de Santiago, su padre comenta ser comprensible en cuanto a esta cuestión, no considera a su mujer inferior a él; al contrario, menciona que siempre busca apoyarla y respetar sus decisiones en todo momento.
Concepción de infancia y cuidados
Durante la Edad media no existía un concepto de niñez debido a que no existía un espacio simbólico reservado para los niños, cuestión que puede apreciarse a partir de la ausencia de juegos y literatura diseñados especialmente para niños, Philippe Aries (1987). Menciona que “en la Sociedad medieval no existía la idea de la niñez, esto no quiere decir que se descuidaba, abandonaba o despreciaba a los niños. La idea de la niñez no se debe confundir con el afecto a los niños: corresponde a una conciencia de la naturaleza particular de la niñez, aquella naturaleza particular que distingue al niño del adulto aún del joven adulto. En la sociedad medieval no existía esta conciencia” (pág. 45.)[9]
De acuerdo con esto podemos decir que el concepto y la importancia del niño cambian y se modifican de acuerdo al momento histórico, la época, la sociedad, la cultura y, lo más importante, a la familia que pertenece. Son las imágenes fuentes primarias que ayudan a observar estas representaciones y visiones de la realidad en cuanto al concepto que se tiene de un niño en su familia. En la siguiente lámina, se observa a Santiago, que se encuentra recién bañado, su ropa se encuentra limpia y está recostado sobre una cama. Su madre nos comenta que la hora del baño siempre era a las 6 ó 7 de la tarde, para prepararse a dormir; durante los primeros meses de vida, la madre comentaba que procuraba no sacarlo en ningún momento para, así, cuidar su salud. Al preguntarle cómo había sido el cuidado de Santiago durante los primeros meses, menciona que procuraba que fueran los más prudentes y precisos posibles para él.
Santiago estuvo en tratamiento médico por un problema cardíaco durante 2 años y medio a partir de su nacimiento, por lo que sus cuidados siempre estuvieron bajo la responsabilidad de sus padres, quienes proporcionaron toda la atención. Como sabemos, aún en la actualidad existen diversas familias que no prestan la atención médica necesaria a los niños, de modo que éstos fallecen por negligencia e, incluso, por falta de información, de precaución y cuidados.
El Pacto Internacional de los Derechos Económicos Sociales y Culturales (PIDESC) establece en su artículo doceavo el “derecho al máximo estándar posible de salud incluida la obligación de reducir la mortalidad neonatal e infantil y asegurar el desarrollo sano de los niños”[10]. Este derecho a la salud y, sobre todo, a la atención que se debe ofrecer a los niños ya se encuentra en vigor actualmente. Sin embargo, el 16.2% de los niños y niñas de 0 a 1 año carecían de acceso a servicios de salud en 2014.[11]
Hay que considerar que en pleno siglo XXI la información e instancias médicas para la atención a la infancia son mayores, por lo que hoy se brinda prioridad a los niños. Por mencionar algunos de los derechos y programas ejercidos para los niños, nueve meses después del nacimiento de Santiago, en diciembre de 2014, se publicó la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes,[12] la cual establece, por primera vez en la historia del país, la creación de un Sistema Nacional de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes[13]. Por lo que el cuidado necesario, en cuanto a cuestiones de salud, ya es un derecho que Santiago tiene como niño y ser humano, y los padres son los principales responsables de que se lleven a cabo esos derechos y cuidados.
Si consideramos que en el siglo pasado no existía, como tal, este tipo de información y de cuidados referentes a la infancia, habría que comenzar a decir que, por ejemplo, los primeros cincuenta años de 1810 a 1860 fueron poco o nada significativos en cuanto a acciones específicas dirigidas al cuidado y la atención médica de los niños. En efecto, envuelto el paso del tiempo en una ola de turbulencias, desasosiego y ajustes políticos, socioculturales, y económicos resulta explicable que no sugieran ni ideas ni acciones específicas relacionadas con el cuidado y salud de los niños.13
Alimentación
Aunado a ello, encontramos los cuidados necesarios referentes a la alimentación que se le ha brindado a Santiago desde sus primeros años, ya que también esto es un derecho del niño a llevar una buena alimentación y que, muchas familias en México, no consideran importante; hecho que puede presentar complicaciones que provoquen la desnutrición e impacten en el desarrollo integral en el niño.
Una adecuada y sana alimentación le ha permitido a Santiago tener un buen desarrollo físico, intelectual y de salud, así como mantener hábitos adecuados en la alimentación y de estilo de vida durante estos 4 años. La madre de Santiago comenta que a su hijo no le desagrada probar cualquier comida y no ha presentado dificultad de salud de importancia desde que lo dieron de alta de aquel problema cardiaco. Santiago tiene horarios de desayuno, comida y cena, así como refrigerios muy establecidos por sus padres. Sus empleos les permiten comer con sus hijos todos los días.
Como podemos observar, en nuestro país (aunque no en todas las poblaciones) se pueden llevar a cabo estos cuidados de alimentación con los niños. Por ejemplo, durante el año 2015, en algunas otras poblaciones del país un 20.9% de los niños que viven en zonas rurales presentan desnutrición crónica, y el 11.1% la presenta en las zonas urbanas. Y en cuanto al primer alimento, la lactancia materna sólo ocupa el 14.4% de los niños y niñas que reciben leche materna como único alimento durante sus primeros 6 meses de vida.[14] Oaxaca es el estado con el promedio más alto de duración de la lactancia con 12.6 meses, mientras que Baja California es el más bajo con 6.6 meses.[15] Se trata de índices que traslucen que la alimentación es considerada aún como una problemática en el presente y que involucra el contexto social.
En la siguiente fotografía (Imagen 6) se puede observar un momento en el cual se le está proporcionando comida a Santiago, él se encuentra sentado sobre las piernas de su abuela y fue la primera vez que se dio a probar un alimento distinto a la leche materna y de fórmula. En la siguiente foto, (Imagen 7) se observa a Santiago tomando un poco de leche, la mamá de Santiago menciona que procuró darle leche materna hasta que “ya no tuvo más” y fue cuando decidió cambiar a la fórmula, siempre indicada por su pediatra y de acuerdo a las necesidades de Santiago.
Según los aspectos considerados, podemos mencionar que Santiago, desde su nacimiento y al igual que su hermano, ha sido un niño que tiene toda la atención y el fomento por parte de sus padres, lo cual es de vital importancia. En las siguientes imágenes, se muestra algunos de los lugares a los que suelen llevar a Santiago. El tiempo que comparten como familia es el más importante y, aunque no toman muchas fotografías, sí les gusta tener algún recuerdo de pronto para que, cuando Santiago crezca, pueda ver todo lo que han vivido como familia y darse una idea de lo mucho que sus padres lo han cuidado y querido desde que nació.
El tiempo libre es también parte de la vida cotidiana pues incluye un lugar y un espacio de educación para los niños y los papás. Con base a ello definimos el tiempo libre, tal y como lo hace E. Weber (1969), como el conjunto de aquellos periodos de la vida de un individuo en los que la persona se siente libre de determinaciones extrínsecas, sobre todo en la forma de trabajo asalariado, quedando con ello libre para emplear con sentido tales momentos, de tal forma que resulte posible llevar una vida verdaderamente humana. (p, 23).[16] En las siguientes imágenes se observan algunos de esos lugares. (Imagen 8), como el Zoológico de Africam Safari, en el que Santiago se encanta de conocer a los animales.
En la otra imagen (Imagen 9), se observa uno de los sitios favoritos del niño, El parque de los venados. En la (imagen 10) se observa a Santiago en el tren que cruza por el parque, en la (imagen 11) Santiago y su familia se encuentra en la Feria de Chapultepec, en el show de los lobos marinos. Y la última (imagen 12) se trata del show de Pica-pica, uno de los grupos de canciones para niños que Santiago visita cada vez que vienen a México.
Cuestión económica
Con relación al ámbito económico, a través de las fotografías observamos que los padres de Santiago tienen los recursos necesarios para poder solventar el gasto. La madre trabaja dentro del gobierno de la Ciudad de México, como supervisora de parques y jardines de la Delegación Cuauhtémoc, eso le permite tener la posibilidad de no descuidar a su familia, ya que su empleo tiene un horario flexible. El padre de Santi, junto con su familia comerciante, tienen tortillerías ubicadas en Eje Central y Salto del agua. Por lo que sólo acude a los establecimientos cuando es necesario. Y no es raro que, en general, prefiera quedarse en casa. Con relación a los empleos de sus padres, Santiago ha visitado las tortillerías, aunque ellos prefieren que los niños vayan a un lugar más adecuado para ellos en vez de acompañarlos al trabajo. Según Bradley y Cadwell (2005) “una de las funciones más importantes de los padres es promover una adecuada configuración de estímulos ambientales, de modo que el encuentro de dichos niños con la estimulación ambiental le permita optimizar su desarrollo infantil. Con estímulos ambientales se hace hincapié a las situaciones, y escenarios en los que el niño o niña se desenvuelven”.[17]
Así, el padre de Santiago, al tener su comercio dentro una zona de inseguridad en donde puede haber robos, asaltos e incluso narcomenudeo, etc., a plena luz del día, prefiere que sus hijos no se desenvuelvan ni se involucren en tales contextos de forma directa, ya que, como él mismo menciona, en algunas ocasiones es complicado o inevitable que las prácticas y gustos de la sociedad no te repercutan en la vida. Por ejemplo, hacía mención de la música, que aunque ellos no escuchan género de reguetón o de banda, en el contexto donde se ubica la tortillería eso es lo único que puedes escuchar a los niños cantar, y este tipo de ritmos puede llegar a causar una angustia y violencia, “ya que provoca un cierto impacto negativo en su desarrollo cognitivo”[18]. La música debe ser apropiada y tener un objetivo formativo para los niños y su aprendizaje, por lo que los padres del pequeño prefieren llevarlo a conciertos o shows propiamente infantiles, pues se consideran responsables del adecuado desarrollo de Santiago. El papá de Santiago menciona que, en sus tiempos, la música no era un problema en los niños, cada quien escuchaba sus propias melodías y ahora esa actividad parece ser de todos y para todas las edades. Los principales responsables deberían ser los padres, sobre todo, a partir de la crisis actual de valores sociales.
Con base a lo antes mencionado, Muñoz sostiene que “los niños no tienen la capacidad de manipular la información o poder decidir si una canción es favorable o no”[19], por lo que consideramos que, al mismo tiempo, tampoco pueden discernir el contexto en donde viven. Aunado a esto (imagen 13) se puede observar a Santiago en una foto que nos compartió su papá con relación a las situaciones sociales inevitables: Santiago observa un video en la computadora. Y su mamá y su prima miran sus reacciones a partir de las imágenes que él aprecia. Como sabemos, hoy en día las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se encuentran inmersas en nuestra sociedad, han logrado una implantación tan rápida que, en poco tiempo, revolucionaron numerosos aspectos de la vida. Y justo son los niños los principales protagonistas de su uso. Ahora, desde su nacimiento, conviven con ellas, sacándoles el máximo partido, hasta el punto de convertirlas en una seña de identidad.
Estudios como los realizados por Espinar y López (2009) afirman que cada vez son más tempranas las edades en las que los menores se convierten en usuarios habituales de las TIC[20]. Aunque éstas, sin duda, han contribuido a mejorar la calidad de vida de las personas, también conllevan numerosos problemas y riesgos, y a su alrededor descubrimos opiniones encontradas no sólo sobre su valor, sino del empleo que ahora hacemos de ellas. Un uso inadecuado de estos instrumentos expone a los menores a riesgos innegables. Es por ello que, como mencionan los padres de Santiago, son ellos mismos quienes deben aprender a utilizarlas adecuadamente para inculcar en sus hijos los buenos hábitos de uso. Por eso, los padres de Santiago prefieren salir al parque, o a algún otro lado, a dejarle hacer uso libre de la televisión o internet. No por ello eso está prohibido dentro de su hogar; es sólo que se maneja bajo ciertos hábitos y bajo un tiempo determinado.
Conclusiones
Como hemos podido apreciar, la fotografía resulta ser una fuente primaria de conocimiento, pues nos puede “transportar” (tanto al investigador como al mero observador) al momento preciso en que se la tomó, permitiéndole así visualizar el acontecimiento en el curso de ese momento, además del entorno físico y humano que integraban la ocasión en tiempo y espacio: la ropa que se vestía, los utensilios u objetos que se utilizaban, entre todos los diversos aspectos que forman parte de esa temporalidad.
Como fuente de investigación, la fotografía resulta bastante útil. Mediante ésta se puede visualizar diversos atributos inmersos dentro de la vida cotidiana de los sujetos. Aspectos que han ido transformándose o permaneciendo con el paso del tiempo, no obstante, se han convertido en condiciones “normalizadas” por los seres humanos, pues ni si quiera nos percatamos de que éstos guardan una relación de continuidad y cambio, en nuestras vidas. Dicha postura, hace que los seres humanos, en diversas ocasiones realmente, ignoren lo que sucede a su alrededor, que vivan su vida meramente por vivirla y no le encuentren un significado auténtico.
A partir de la investigación realizada con fuentes primarias, como las imágenes y la fuente oral, logramos dar cuenta de los acontecimientos inmersos dentro de la vida cotidiana de Santiago, los cuales se originaron a partir de las creencias, costumbres, prácticas e ideales de los padres de familia que impactan directamente en su vida, pues estos determinan que él escuche cierto tipo de música, asista a determinados lugares de entretenimiento o institución específica, y todo lo que se encuentra en el trasfondo de las prácticas realizadas cotidianamente. De esta manera logramos percatarnos de que, a pesar de que las prácticas realizadas día con día son iguales en apariencia para todos los sujetos, no intervienen nunca los mismos factores en su origen, ya que la mayoría tiene que ver con los aspectos específicos de cada familia, de cada institución o lugar en los que se desenvuelve el sujeto. Cabe mencionar que tales factores serán determinantes para que ese sujeto vaya fungiendo como protagonista de su propia historia, pues él decidirá en base a los conocimientos que posee si continuará con las prácticas que realiza de manera cotidiana o si realmente realizará un cambio. Es así como podría encontrar un sentido a su propia existencia.♦
Fuentes de consulta
-Aries Philppe y Duby Georges. (1990). Historia de la vida privada. Buenos Aires. Altea, Taurus, Alfaguara, S.A de Ediciones. p.23.
-Aries. (1987). El niño y la vida familiar en el Antiguo Regimen, Taurus, Madrid. P.11- Castillo Troncoso, Alberto del. (2006). Concepciones y representaciones de la niñez en la ciudad de México 1880-1920. México, D.F: El Colegio de México, Centro de Estudios Históricos; Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. p.34.
-Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) México “Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.” (2012).
-CONEVAL, con base en el MCS-ENIGH, 2014.
-Escalante Gonzalbo, Pablo. (2004). Historia de la vida cotidiana en México: tomo I: Mesoamérica y los ámbitos indígenas de la Nueva España. México: El Colegio de México: Fondo de Cultura Económica. p, 11-21.
-Espinar, E., y López, C. (2009). Jóvenes y adolescentes ante las nuevas tecnologías: percepción de riesgos. Athenea digital, 16, 1-20.
-Informe anual 2015 UNICEF MÉXICO. https://www.unicef.org/mexico/spanish/UNICEFMX_15_low.pdf.
-Muñoz, Daniela. 2017. La influencia del reguetón en la primera infancia. Consultado en: https://www.infobae.com/…/especialistas-advierten-que-el-reggaeton-angustia-a-los-ni… 10/junio/2018
-Muñoz, S. (2005). La familia como contexto de desarrollo infantil: dimensiones de análisis relevantes para la intervención educativa y social. España: Universidad de Huelva.
– NSP, ENSANUT, (2015).
– R. Ávila y J. Frenk, Historia de la pediatría en México, FCE, México, 1997, p.333. En Concepciones y representaciones de la niñez en la ciudad de México 1880-1920.
-PNUD-UNICEF. Informe sobre la equidad del gasto público en la infancia y la adolescencia en México, 2015.
-Weber, E. (1963). El problema del tiempo libre. Editora nacional. Madrid. P 23.
[1] Escalante Gonzalbo, Pablo. (2004). Historia de la vida cotidiana en México: tomo I: Mesoamérica y los ámbitos indígenas de la Nueva España. México: El Colegio de México: Fondo de Cultura Económica. p, 11-21.
[2] Ibid
[3] Escalante Gonzalbo, Pablo. (2004). Historia de la vida cotidiana en México: tomo I: Mesoamérica y los ámbitos indígenas de la Nueva España. México: El Colegio de México: Fondo de Cultura Económica. p, 11
[4] Ibid
[5] Castillo Troncoso, Alberto del. (2006). Concepciones y representaciones de la niñez en la ciudad de México 1880-1920. México, D.F: El Colegio de México, Centro de Estudios Históricos; Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. p.34.
[6] Castillo Troncoso, Alberto del. (2006). Concepciones y representaciones de la niñez en la ciudad de México 1880-1920. México, D.F: El Colegio de México, Centro de Estudios Históricos; Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. p.105
[7] Aries Philppe y Duby Georges. (1990). Historia de la vida privada. Buenos Aires. ALTEA, TAURUS,ALFAGUARA, S.A DE EDICIONES. p.23.
[8] P. Aries. (1987). El niño y la vida familiar en el Antiguo Regimen, Taurus, Madrid. P.11-45
[9] Ibidem
[10] Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) México “Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.” (2012).
[11] CONEVAL, con base en el MCS-ENIGH, 2014
[12] informa anual 2015 UNICEF MÉXICO. https://www.unicef.org/mexico/spanish/UNICEFMX_15_low.pdf
[13] R. Ávila y J. Frenk, Historia de la pediatría en México, FCE, México, 1997, p.333. En Concepciones y representaciones de la niñez en la ciudad de México 1880-1920.
[14] NSP, ENSANUT, (2015).
[15] PNUD-UNICEF. Informe sobre la equidad del gasto público en la infancia y la adolescencia en México, 2015.
[16] Weber, E. (1963). El problema del tiempo libre. Editora nacional. Madrid. P 23
[17] Muñoz, S. (2005). La familia como contexto de desarrollo infantil: dimensiones de análisis relevantes para la intervención educativa y social. España: Universidad de Huelva
[18] Muñoz, Daniela. 2017. La influencia del reguetón en la primera infancia. Consultado en: https://www.infobae.com/…/especialistas-advierten-que-el-reggaeton-angustia-a-los-ni… 10/junio/2018.
[20] Espinar, E., y López, C. (2009). Jóvenes y adolescentes ante las nuevas tecnologías: percepción de riesgos. Athenea digital, 16, 1-20.