Cosas Perdidas

Compañía: Teatro al Vacío

Presencia del Teatro en la ENMJN

Programa Patios Escénicos

 

Autoría: Adrián Hernández, José Agüero y Flor Sandoval.

Dirección: Verónica Olmedo.

Elenco: David Ortega, Flor Sandoval, Verónica Olmedo, Alicia Lara.

Coordinación: Isaura Sandoval

 

Lugar: Explanada Principal

lunes 18 de febrero, 10:45 horas.

 

El Programa Patios Escénicos es un proyecto inter-institucional de la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes, a través de la Coordinación Nacional de Teatro. En el marco de la estrategia Cultura en tu Escuela, se presenta en la ENMJN esta compañía profesional de teatro para niños: Teatro al Vacío.

La obra Cosas perdidas “reflexiona en torno a la automatización de la vida. La puesta en escena busca que los papás reflexionen sobre la importancia de tomarse tiempos de ocio para convivir con sus hijos (…) Una intervención escénica en la que el juego es una herramienta que ayuda a niñas y niños a conectarse con su entorno, comunicarse y aprender a solucionar problemas”.

A cargo de la compañía Teatro al vacío, bajo la dirección de Verónica Olmedo, la obra exhibe a tres barrenderos, quienes al convivir cotidianamente cuestionan sobre su forma de vida, al tiempo que utilizan el juego como una forma de comunicación que promueve la creatividad e interacción.

El montaje lúdico y propositivo busca que los papás reflexionen sobre la importancia de tomarse tiempos de ocio para convivir con sus hijos y explorar algunas situaciones de la vida, desde una perspectiva infantil. Apoyados por la mímica y el “clown”, los actores Adrián Hernández, Flor Sandoval y José Agüero, atrapan a los pequeños corriendo sobre el escenario y desplazándose de un punto a otro, saltando o bien hasta barriendo.

Este trío se vale de escobas, botes de basura, trapos y recogedor para jugar, divertir y de esta manera atrapar no sólo a los niños, sino a los adultos, quienes atentamente observan cada una de las acciones.  “Con esta propuesta queremos compartir con los niños, asuntos que como adultos nos preocupan de nuestras vidas.

“La idea es abrir un diálogo a través del teatro para que nos cuenten qué piensan acerca de automatizarnos, de estar ‘ocupados’ y perdiendo la capacidad de jugar y crear”, afirma la compañía en su sitio electrónico.

La obra adquiere mayor movilidad cuando aparece un enorme bote de basura acompañado por tres escobas, así como de trapos y recogedores de cuyo interior surgen los actores-barrenderos para comunicarse con sus compañeros, ya sea pintando con gis el suelo, girando las tapas de los botes o bien trazando puntos en el piso.

Rayas, garabatos, son observados con lupa; enseguida los borran con sus trapos, y la magia del juego se hace presente.  Juegan también a girar las tapas de los botes de basura, como si fuera un frisbee, sólo que en lugar de atrapar el tradicional en el aire, estas tapas giran y gira sobre el escenario.♦

 

 

Fuete: https://www.informador.mx

 

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